El jardín vertical que cubría, sí, en pretérito imperfecto, cubría la fachada de la Residencia de Mayores Virgen del Prado de Talavera está desapareciendo y la Junta que debiera dar protección al medio ambiente urbano y rural hace todo lo contrario.
En plena época de cría de aves, que la utilizan para nidificar, la Junta inicia unas obras de rehabilitación del edificio que acaban no solo con la magnífica trepadora sino también con los nidos y las crías de las aves. Esta es la conservación de medio que practica ‘la Junta’.
Lo más sorprendente de todo son las declaraciones del delegado de la Junta diciendo que “la actual fachada verde genera mucho gasto energético por la falta de cámara de aire del edificio y que con la rehabilitación se aplicará un aislamiento y un panelado de aluminio y rebajara las necesidades energéticas del edificio”.
Sí, un panelado de aluminio es mejor que la cobertura vegetal que proporciona la parra y que gracias a esto será un edificio sostenible.
Quizás no sepan en la Junta que lo sostenible suele ser conservar, mantener lo natural, en este caso la Parthenicissus quinquefolia que, además de la belleza que proporciona/proporcionaba al edificio, contribuye al ahorro energético de manera más sostenible y eficaz que el aluminio.
Los jardines verticales regulan y reducen la temperatura ambiente (estudio de Kiessl y Rath de 1966, ‘Mediciones sobre una pared reverdecida en Alemania’) y (estudio por ‘Fotografía con cámara infrarroja de una fachada cubierta de hiedra en Delft’, Holanda por Haas et al, 2013), lo avalan; las plantas absorben el 50% de la luz solar y reflejan el 30% y tan solo el 20% alcanza el revestimiento directamente, fomentan así un clima ligeramente más fresco y reduciendo el efecto ‘isla de calor’ de la ciudad (Timur y Karaca, 2013) y (Ochoa, 1999).
Una rehabilitación y un aislamiento del edificio que puede hacerse sin necesidad de sacrificar la trepadora. Pero parece que la mejor opción para la Junta es “pasar como Atila arrasando y que no crezca la hierba” sin que el Ayuntamiento de Talavera haga nada por evitarlo.
Otro de los argumentos es que es foco de microbiología, insectos, etc., etc.; en definitiva para la Junta la mejor solución es acabar con ella y acabar con la vida que alberga, porque tanto la parra, como las aves, sus crías, por cierto, su dieta base son insectos.
Según (Groult 2010) las partículas de suciedad y el polvo se adhieren a las hojas y son arrastradas en adelante por la lluvia hasta el suelo, sustrato, donde son metabolizados por la microflora de hongos y bacterias existente en el suelo; (Minke, 2012) indica que limpian el aire y lo activan por una alta concentración de microiones negativos, que son absorbidos por la respiración, con un efecto favorable sobre la salud.
Los jardines verticales filtran las partículas de CO2 y convirtiéndolas en O2 compensando la huella de carbono mediante la fotosíntesis, eliminan contaminantes y polvo, y también ayudan a mejorar la calidad del aire en el interior de los edificios eliminando nocivos como los VOCs (compuestos orgánicos volátiles) y otras toxinas nocivas, por ejemplo el benceno y los formaldehidos.
Gracias a esta trepadora hay aumento de la biodiversidad, promoviendo no solo el hábitat de aves y mariposas, sino incluso la generación de una reserva de agua de lluvia.
Y hay más estudios como los de Virginia Lohr, Washington State University (2010), Honeyman (1987) y Ulrich (1983) que recogen también beneficios en la salud de las personas porque reducen del ruido ambiental al actuar de barrera del sonido, ayudan a evitar problemas respiratorios, aportando humedad y reduciendo los niveles de sequedad ambiental. Sin olvidar su efecto en la salud emocional, un entorno verde reduce el estrés. Todo esto gracias a este ser vivo, ahora condenado junto a todo lo que genera (aire limpio, biodiversidad, salud…).
Poco más que decir, solamente que los jardines verticales pasan por ser una de las soluciones de adaptación al cambio climático en las ciudades al reducir el efecto ‘isla de calor’ consecuencia del calentamiento global y purificando el aire.
Si lo traducimos a datos numéricos, se calcula que 1 m2 de cobertura vegetal genera el O2 que necesita una persona en todo un año y, además, en ese tiempo, atrapa hasta 130 g de polvo y reduce entre 8 y 10 dB la contaminación acústica. Como ejemplo, un edificio de 4 plantas, equivalente a 60 m2 y con este tipo de fachadas, filtra al año 40 toneladas de gases nocivos y es capaz de atrapar y procesar hasta 15 kg de metales pesados. Sin olvidar, la Organización Mundial de la Salud recomienda que los municipios dispongan, como mínimo, de entre 10 y 15 m2 de espacios verdes por habitante.
Mientras muchos ciudadanos y ciudadanas manifiestan su disconformidad y desagrado, el Ayuntamiento de Talavera parece no decir mucho al respecto, no parece importarle que desaparezca esta trepadora que es parte del patrimonio y uno de los más bonitos y mejores jardines verticales del país y que está/estaba en Talavera.
Claro que viendo cómo durante el mes de abril amputan completamente las ramas de parte del arbolado de la ciudad con todos los brotes ya, no parece que la conservación de la cobertura vegetal esté entre las prioridades.
Es profundamente desmoralizador que el actual gobierno de la Junta tome decisiones tan negativas que atentan contra el medio ambiente, sin posibilidad de considerar otras opciones y que desde el Ayuntamiento no se haga nada para intentar protegerlo, sino todo lo contrario.
Agrupación Naturalista Esparvel
Bibliografía de referencias
MINKE, G. (2012). Muros y fachadas verdes, jardines verticales. Barcelona: Icaria editorial.
OCHOA DE LA TORRE, J.M. (1999) La vegetación como instrumento para el control microclimático, Capítulo5: evaluación y aprovechamiento de los efectos microclimáticos de la Vegetación .Tesis,TDX (Tesis Doctorals en Xarxa), UPC Commons. Universitat Politècnica de Catalunya.
HAAS, E.et al.(2013). “Vertical greening systems, a process tree for green façadesand living walls” en Urban Ecosyst 16:265–277.
KARACA, E.y B. TIMUR (2013) Advances in Landscape Architecture, capítulo 22: Vertical gardens.
Virginia I. Lohr (2010). “What Are the Benefits of Plants ndoors and Why Do We Respond Positively to Them?” Department of Horticulture and Landscape Architecture Washington State University Pullman, WA 99164-6414, USA
López, T. (2016) Jardins verticals. TFG. UPV (Universitat Politecnic Valencia).