La consolidación de un mercado laboral con un empleo estable, seguro y de calidad no es sólo un objetivo político, debe ser una máxima hacia la que debe tender el conjunto de la sociedad. Una labor en la que comprometernos como territorio, porque en la consecución de ese objetivo radica el eje fundamental para el crecimiento económico de nuestra región. Hoy, fecha en la que celebramos el Día Mundial del Trabajo, el tradicional Primero de Mayo, se hace más visible una reivindicación que está en el centro de nuestra acción política como Gobierno, y también en la de aquellos que nos acompañan en este camino en el marco del diálogo social.
Nuestro compromiso con la mejora del empleo es firme, máxime cuando tenemos que volver a hacer frente a nuevos riesgos y amenazas que vuelven a cuestionar la salud de nuestro mercado laboral. Después de atravesar un periodo de extrema dureza, como la crisis sanitaria, la inestabilidad geopolítica internacional, fruto de la invasión de Ucrania por parte de Rusia, y su afectación directa a la inflación y la subida de costes energéticos, vuelven a requerir de nosotros, como Administración, una actitud vigilante y una apuesta decidida por políticas que mejoren la empleabilidad de las personas. Estaremos a la altura.
Desde nuestra llegada al Gobierno, y después de cuatro años de ausencia casi total en las políticas de empleo, asumimos el liderazgo en la recuperación económica y laboral de nuestra región, y lo hicimos con el diálogo social como mapa, con el acuerdo y el consenso como herramientas fundamentales. Eso nos ha permitido poder encarar algunos de los periodos más duros y de mayor tensión para nuestro mercado laboral con los instrumentos necesarios para amortiguar su impacto, y haber mantenido a raya las cifras del desempleo. Incluso ahora, en medio de la inestabilidad económica internacional, Castilla-La Mancha tiene la tasa de paro más baja en los últimos 14 años, y los mejores datos de desempleo y ocupación desde el año 2008.
Hace tan sólo unos días, el 28 de abril, se conmemoraba el Día Mundial de la Seguridad en el Trabajo, y sólo un día después, el 29 de abril, el presidente regional, Emiliano García-Page, firmaba un nuevo pacto en el marco del diálogo social, el Acuerdo Estratégico de Prevención de Riesgos Laborales 2022-2026, un compromiso dotado presupuestariamente con 40 millones de euros que apela directamente a uno de los aspectos fundamentales para la consecución de un empleo digno, como es la reducción de las cifras de siniestralidad laboral. No es un hecho aislado. Desde finales del pasado año y en lo que llevamos de 2022, hemos firmado grandes acuerdos, como el Pacto por la Reactivación Económica y el Empleo de la región o la Estrategia de Impulso del Trabajo Autónomo, compromisos claros y evidentes con la mejora del empleo y de la calidad del mercado laboral de Castilla-La Mancha.
Continuamos trabajando para conseguir un empleo de calidad y, sobre todo, mejorar el acceso al trabajo de aquellas personas que más dificultades tienen para insertarse en el mercado laboral.
Este año contamos con 131 millones de euros para invertir en políticas de empleo y Formación Profesional para el Empleo, nuestra apuesta como herramienta para mejorar la empleabilidad y la cualificación profesional de las personas, abriéndoles así las puertas del mercado de trabajo. Tenemos sobre la mesa la próxima aprobación de una nueva convocatoria del Plan de Empleo regional, que con 94 millones de euros dará de nuevo respuesta a cerca de 12.000 personas con dificultades de inserción, y que volverá a incorporar la orientación como soporte para garantizar su impacto. Y estamos aprovechando al máximo las convocatorias procedentes de los Fondos Next Generation, que deben ayudarnos no sólo a consolidar la igualdad de oportunidades laborales para colectivos como las personas jóvenes, sino que también suponen una importante palanca para la transformación de nuestro mercado laboral, adaptándolo a las nuevas necesidades derivadas de los cambios en el empleo.
Nuestras políticas de empleo tienen un compromiso claro: poner en el centro de todo a las personas. Esa máxima preside la labor de nuestra amplia Red de Oficinas Emplea, que son el instrumento vertebrador y catalizador en el territorio de toda nuestra acción política en materia de empleo y de orientación laboral, fundamental para mejorar la empleabilidad de las personas en Castilla-La Mancha. Porque el primer paso para garantizar un empleo estable y de calidad es precisamente garantizar la igualdad de oportunidades de todos y todas en el acceso al mercado de trabajo.
La reciente reforma laboral ha supuesto un impulso al empleo indefinido que debemos seguir consolidando, y debemos hacerlo de manera conjunta. No sirve de nada caminar en solitario. Nuestra experiencia en la gestión de la recuperación, primero, y en la pasada crisis del COVID, después, ha demostrado que el acuerdo y el consenso amplifican el impacto de las medidas adoptadas, y que el diálogo social es una herramienta fundamental para mejorar la calidad del empleo de los castellanomanchegos y castellanomanchegas. Porque esa no es una meta particular, en un objetivo común que debemos marcarnos como sociedad..
Patricia Franco Jiménez es consejera de Economía, Empresas y Empleo