Me acuerdo yo, ya ves tú, cuando hace ya muchísimas lunas el presidente de la Federación de Empresarios de Toledo (Fedeto), don Ángel Nicolás, decía tan campante ante las justas reivindicaciones de los comerciantes talaveranos que la desalentadora cosa, hombre, no era para tanto. Vamos, que los comerciantes talaveranos exigían por exigir y gritaban por gritar, porque sus negocios no estaban tan mal como los pintaban sus propios dueños. Excelente ojo clínico, por cierto, viendo el triste devenir comercial de la Ciudad de la Cerámica en las últimas décadas.
También recuerdo, hay que ver, cuando manifestó más o menos por las mismas fechas que Fedeto ni hizo ni haría ningún tipo de reproche a la traicionera, descarada e irresponsable actuación de los dirigentes de la planta talaverana de Budelpack, fallecida en su día por la falta de oxígeno provocada por el premeditadísimo ataque de descapitalización y deslocalización puesto en marcha por los ‘firmas’ holandeses. Que habían hecho, los tulipanes fugitivos, lo que la Ley Concursal española les permitía, decía por entonces Nicolás.
Se escudaba el presidente de Fedeto, para justificar a Budelpack, en la alegre e incomprensible barra libre que ofertaba una normativa concursal teóricamente creada para acabar con el choteo que la patronal se traía con las suspensiones de pagos y las quiebras al menor revés económico, con los proveedores y trabajadores como principales paganinis, pero que en la práctica acabó convertida en una generosa tragadera judicial por la que casi todo entraba y casi nada salía, para los trabajadores afectados y pillados.
Con el receloso lastre memorístico e histórico de estos recuerdos, claro, sorprendido me he, que no meé, de que sea precisamente Fedeto la que esté abanderando, extramuros municipales para más inri, el Plan Especial para que Talavera salga del hoyo económico, laboral, social e institucional en que se encuentra. Hasta el punto, alucina vecina, de llamar a careo privado a los que muestran públicamente recelos respecto a su plan talaverano, como ha sido el caso de la formación Ganemos Talavera, para arrimarlos a su, cuanto menos, sorprendente causa talaverana.
Hasta el documento de proyectos irrenunciables para la ciudad, que recoge las sugerencias e ideas de los sectores políticos y sociales talaveranos más representativos y que el Ayuntamiento hará público en su versión definitiva cuando pase la resaca de San Isidro, parece ser, ha palidecido y encogido ante el arreón mediático y propagandístico del plan especial conducido e ideado por Fedeto, con la captación de fondos europeos como principal objetivo.
Y yo, en mi inocencia y cual ajada Bombi del ‘Un, dos, tres’, me pregunto ¿por qué seraaaaaaá? La respuesta, en breve. Permanezcan atentos a sus pantallas.
