Algunos, sobre todo los que sobrepasan los cuarenta años, recordarán esta frase de un personaje que a principios de los noventa era rector de la Universidad de Castilla -La Mancha, don Luis Arroyo. Este señor, que fuera uno de los mayores enemigos de nuestra Ciudad, fue el más firme detractor de que en Talavera hubiera estudios universitarios, entre otras lindezas, dijo sentencias tan desagradables como que “si en Talavera hubiera Universidad iban a ir tres en un seiscientos” o “en los informes para poner Universidad en Talavera, los alumnos son como cucarachas que salen debajo de las piedras”. Al final tras la manifestación del 27 de febrero de Nosotros Talavera, el gobierno regional le obligó a ceder e instalar tres carreras universitarias en la antigua casa de la Cultura. Más de 25 años después existen cinco carreras en un centro que se niegan a convertir en Campus y que sin embargo da una excelente calidad gracias a los profesores, alumnos y personal que forman parte de él.
Creíamos que nos habíamos librado de este señor cuando salió del rectorado, pero el rector actual, no es mejor. Después de venir a Talavera en elecciones a prometer el oro y el moro, se niega a convertir en Campus la “extensión” de Talavera así como a crear nuevas carreras.
En febrero, FEPEMTA mantuvo una reunión en Toledo, en la cual se informó que debido a los recortes presupuestarios era imposible crear el Campus y aún menos nuevas carreras universitarias en Talavera. Tan sólo unos días después el Gobierno de Castilla -la Mancha decidió invertir 50 millones de euros en un nuevo campus en Guadalajara dependiente del de Alcalá de Henares. Se han dotado 39000 metros cuadrados para construir 115 aulas, zonas comunes y deportivas, zonas culturales y dos carreras nuevas como Ingeniería Biomédica y Logística.
El pasado mes de julio también se informó que la Universidad de Castilla-la Mancha iba a crear una nueva carrera o grado en Toledo, el de Estudios Internacionales.
Mientras tanto, en Talavera nada de nada. Luego dirán que no nos marginan, que no hay dinero y que todos somos iguales. A esto se añade ahora que la Universidad de Castilla – La Mancha va a subvencionar al equipo de fútbol de Toledo. Algo que nada tiene que ver con la Universidad. El equipo del Salto del Caballo es una entidad privada con ánimo de lucro. El dinero de los talaveranos va a servir para subvencionar a un equipo que está en la misma categoría que el Talavera y que entre otras cosas es su rival. Los talaveranos vamos a pagar los fichajes de los jugadores que van a enfrentarse al Talavera, sus viajes y otros gastos.
No sé si todavía alguien puede defender que no estamos marginados. El caso es que este término se está quedando anticuado y cada vez creo que lo que florece es pura xenofobia a Talavera.
