El Día Mundial contra el Cáncer de este año viene convocado por Naciones Unidas bajo el lema «Nosotros podemos. Yo puedo». Un mensaje que como explica la organización mundial, quiere transmitir a los enfermos de cáncer que “sea lo que sea lo que decidan hacer, el saberse acompañado, el saber que se puede plantar cara a la enfermedad, y que no hay por qué hacerlo a solas, “marca la diferencia en la lucha contra el cáncer”.
Estamos ante una gran batalla colectiva que implica a todos los gobiernos, a todas las personas, sufran o no sufran el mal. Es posible que a lo largo de una vida plena, una de cada tres personas sufra de algún tipo de cáncer, no todos necesariamente malignos, pero todos inevitablemente peligrosos, especialmente si no se detectan en una fase temprana.
El aportar fondos para impulsar la investigación, el exigir al colaboración internacional poniendo por delante el beneficio social antes que el interés económico, y el aprender a estar vigilantes conociendo y difundiendo qué síntomas pueden indicarnos la posibilidad de un cáncer, es la vía por la que todos nosotros, personas físicas, entidades e instituciones, podemos aportar nuestro grano de arena en esta lucha sin cuartel, donde tan importante es curar la enfermedad como favorecer la calidad de vida de los enfermos, afronten o no los tratamientos pertinentes.
Nosotros podemos… en efecto. Podemos como ciudadanos sobrellevar la preocupación y necesidad de atención y apoyo de nuestros seres queridos cuando les es diagnosticada la enfermedad. Podemos, como gobierno, apoyar la investigación, podemos invertir, como hemos hecho en estos meses, en equipos de exploración mejores y aportar las mejores condiciones posibles a nivel de personal, instalaciones y equipos, sin darnos jamás por satisfechos, porque siempre podremos encontrar puntos de mejora. Podemos seguir apoyando y apoyándonos en las organizaciones de enfermos y familiares en su batalla por la difusión, conocimiento de la enfermedad y apoyo, y ese será el mejor mensaje que las personas aquejadas no se rindan sin dar batalla, y se digan “Yo puedo”.
Pero en este contexto, cabe recordar que en España se calcula que son 30.000 los enfermos de cáncer que viven solos, y que difícilmente podrán afrontar la enfermedad con el apoyo y el sustento de seres cercanos. Con ser intensa la enorme labor de los voluntarios, la sociedad debe asumir como una responsabilidad el que nadie se quede abandonado en este duro camino, que se salda hoy en día con más de un 60% de enfermos curados.
Aún nos queda mucho por hacer. Hacen falta equipos de radioterapia, oncólogos, conciencia social, perder el miedo para favorecer la detección temprana, etc., para aumentar el porcentaje de curaciones.
Y en ello estamos, porque nuestro compromiso con la salud es innegociable.
Emiliano García-Page Sánchez, Presidente de Castilla-La Mancha.