Hace unos días la Confederación Hidrográfica del Tajo ha aprobado un trasvase de 60 hectómetros cúbicos de agua del río Tajo al Segura. La cabecera del Tajo supera por poco el límite mínimo de agua trasvasable pero apenas lo ha cumplido, el Ministerio ha autorizado este nuevo espolio de nuestro río.
La solidaridad, es un principio humano y constitucional establecido legalmente pero al parecer en España la solidaridad solo sirve para algunos, mientras que otros estamos obligados a compartir los bienes que la naturaleza nos da, sin recibir nada a cambio. La naturaleza es sabia y por mucho que los seres humanos intentemos modificarla, a lo largo de la historia se ha demostrado que la diosa Gea es mucho más poderosa que los mortales.
A los talaveranos se nos exige generosidad para con nuestros compatriotas de Murcia, Almería y Granada. Algo con lo que estoy totalmente de acuerdo si ese agua se dedicase al consumo humano en tiempos de carestía, pero mientras que los agricultores de nuestra tierra tienen sed de agua e instalaciones adecuadas en una tierra húmeda, algunos se empeñan en regar el desierto. ¿No sería más normal cultivar donde hay agua? ¿No sería más lógico que las zonas regables estén a la ribera del Tajo y no en un árido desierto?
Mientras tanto, los políticos disculpan el egoísmo de los habitantes de la desembocadura del Ebro, río excedentario que vierte al mar decenas de hectómetros de agua. Según el defenestrado plan hidrológico, que era muy positivo, se tomaría agua de la desembocadura para llevarla a las zonas secas. No se extraería de Aragón, ni de Lérida sino de donde el agua se pierde en el Mediterráneo. Pero claro los nacionalistas prefieren que se vaya al mar antes que compartirla.
Al parecer poner en marcha las desaladoras es más caro que llevar el agua por el trasvase. Según dicen, eso salinizaría varias millas de la costa haciendo inviable la vida animal y gran parte de la vegetal. Por estas razones al final Talavera y el resto del valle del Tajo sigue siendo la gran derrotada, la gran marginada y la única tierra generosa acuáticamente hablando.
Y todo esto ¿a cambio de qué? Los planes para para la mejora del entorno del río entran dentro de esa marabunta aburrida de concursos de ideas, estudios, más estudios, licitaciones, propuestas y de nuevo… más estudios, pero eso sí ni un ladrillo. Los regadíos del Tajo se han esquilmado y nuestra agricultura se resiente.
Al final esto es un cambio de cromos. Cuando gobierna el PSOE, el PP se queja, en Murcia apoya el trasvase y en la cuenca del Tajo lo rechaza. Cuando gobierna el PP, el PSOE se queja, En Murcia apoya el trasvase y en la cuenca del Tajo lo rechaza. (Perdonen la reiteración cacofónica, pero da énfasis a la realidad) Así que entre todos la mataron y ella sola se murió.
Talavera y el resto de la cuenca seguirán siendo generosas y solidarias, mientras nadie se solidariza ni es generoso con Talavera y todo nos lo fían a un largo plazo. Estaría bien que algún día los presidentes de Murcia y Valencia visitaran nuestra Ciudad y al menos dijeran, -Gracias. –
