Han tenido que pasar cien años para que los feligreses de la Parroquia de la Inmaculada Concepción y en general los amantes de la música de Herencia y la comarca del corazón de La Mancha vuelvan a disfrutar del armonioso sonido que emiten los 619 tubos del órgano barroco de este templo.
Cuatro años de trabajos de restauración emprendidos en 2011 a instancias del entonces vicario parroquial Juan Pedro Andújar y sufragados con las aportaciones de los herencianos han finalizado con éxito. Como punto de partida de esta nueva etapa, coincidiendo el inicio de la novena en honor a la patrona de Herencia, la Inmaculada Concepción, el domingo 29 de noviembre se celebró la multitudinaria misa de bendición del órgano recuperado gracias a la labor del maestro organero Eduardo Bribiesca, un momento calificado por muchos de los presentes como histórico para el municipio.
Antonio Algora, obispo-prior de Ciudad Real, presidió una eucaristía concelebrada junto a decenas de sacerdotes de toda la comarca y bendijo al órgano antes de que despertara de su letargo de la mano de Roberto Fresco, organista de la catedral de La Almudena, en Madrid.
Una vez ‘vuelto a la vida’, este magnífico instrumento acompañará la liturgia gracias a los frutos de la escuela dirigida por Pedro Pablo López Hervás, organista de la catedral de Ciudad Real, proyecto docente que también inició su andadura cuando en 2011 se emprendió la recuperación del órgano de Herencia.
Mientras los nuevos instrumentistas ya muestran sus dotes durante la novena en honor a la Inmaculada Concepción, los responsables parroquiales trabajan en la futura programación de un ciclo de música de órgano.