Siete posibles casos de legionella pneumophila, dos ya descartados, han sembrado de zozobra e incertidumbre a los vecinos de las localidades ciudarrealeñas de Manzanares, La Solana y Membrilla.
El Gobierno de Castilla-La Mancha mantiene activado a estas horas el protocolo de actuación ante un posible brote de legionelosis detectado este fin de semana en el Hospital Virgen de Altagracia de Manzanares.
Así, a instancias de la dirección general de Salud Pública y al ser la mayor fuente de riesgo de contagio, se paralizaron e inspeccionaron las torres de refrigeración existentes en grandes centros públicos de la localidad –hoteles, centros sanitarios y comerciales y hoteles, principalmente-, sin que hasta el momento hayan trascendido los resultados.
De lo que sí ya hay resultados es del análisis del agua potable de la localidad de Manzanares que es “absolutamente apta para el consumo, tal como garantizan las autoridades sanitarias”, aseguran desde el consistorio manzanareño, que ha pedido “tranquilidad” a la población.
Por otra parte, Sanidad ha informado a los servicios de Urgencias de Atención Primaria de Manzanares, La Solana y Membrilla para que sopesen la legionelosis en los pacientes que ingresen afectados por neumonía y por infección respiratoria grave.
Según informa el Gobierno regional se han diagnosticado siete casos, se han descartado dos y hay otros cinco pendientes de resultados.
Los síntomas más frecuentes de la legionella, que se incuba entre dos y diez días, son fiebre, alteraciones gastrointestinales, tos, dolor de cabeza, fatiga muscular y dificultad respiratoria.