El Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 2 de Toledo ha condenado al Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) al pago de una indemnización de 200.000 euros por el fallecimiento de una mujer de 36 años, tras la realización de un TAC abdominal en el Hospital Virgen de la Salud de Toledo.
Según el comunicado hecho público por ‘El Defensor del Paciente’, el organismo que ha tramitado la denuncia, hacia las 15,00 horas del 1 de septiembre de 2009, M.A.G. acudió en compañía de su esposo al hospital toledano para someterse a un TAC abdominal. La paciente se despidió de su esposo a las 15:30 horas, aproximadamente, para entrar en el Servicio de Radiodiagnóstico.
A las 16 horas una enfermera salió a explicar que la prueba se había complicado, sin dar más detalles. A las 16:30 horas el facultativo responsable de la prueba salió de la sala de TAC, para explicar al esposo que su mujer había entrado en parada cardiorrespiratoria y que habían iniciado maniobras de reanimación, aunque la paciente acabó falleciendo.
La sentencia apunta al respecto que “se debería haber hecho constar con un cierto detalle cuáles fueron las maniobras concretas que se realizaron, así como la medicación que se pudo suministrar a la paciente”. Asimismo, sostiene que “hacer referencia a reanimación cardiopulmonar durante 90 minutos, es una explicación claramente insuficiente de cuál fue el tratamiento aplicado y obliga a concluir que dicho tratamiento fue insuficiente y no consta que fuera conforme a la ‘lex artis’”.
El tribunal concluye en que “ante esta falta de explicación clara del modo de suceder los hechos, podemos acudir al criterio del daño desproporcionado para justificar la estimación, al menos parcial, de la demanda”. Por otra parte y según el letrado de El Defensor del Paciente y de la familia, Álvaro Sardinero, la autopsia descartó la existencia de un shock anafiláctico por el contraste yodado ya que, según figura en el informe, “los resultados obtenidos no son compatibles con que la causa de la muerte pudiera tener su origen en un shock anafiláctico”.
