sábado, 27 abril 2024
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El retorno

 

raul diazNo es fácil subir al ring de la escritura de nuevo. Aún así agradezco la confianza que se ha depositado en mí. Sin más ambages hablaré de la actualidad política porque es lo que ahora prima.

Tengo que reconocer que casi me da igual quien gane las próximas elecciones e incluso quien constituya gobierno. A tal extremo he llegado. Sin embargo, está claro, tengo mis preferencias. Quien no tiene brújula por inexperiencia o falta de madurez puede que le haya tocado la lotería de los votos. Eso no implica el que nos quedemos lejos de las posibilidades que esta pretendida nación tiene. Si algo echo de menos es aquella confianza que daba el ver a un líder claro y no de hojalata. Evidentemente no me cae bien Pablo Iglesias. Prefiero a cualquier otro de los contendientes.

No hemos tenido ni un solo presidente del Gobierno que fuera político. Me refiero a licenciado en Ciencias Políticas. Ya lo indiqué en una previa columna en mi anterior medio de comunicación. Todos han sido abogados excepto Leopoldo Calvo Sotelo. Conociendo a estudiantes de Ciencias Políticas, como me tocó debido a mi estancia universitaria, les aseguro que todo suele ser vanagloria y fruslería. Y ahora se nos ha llenado el espacio de una clase de políticos, que no es lo mismo que políticos de clase. Reincido en lo de la fruslería. El mesianismo de este personaje amparado por un no baladí porcentaje de votantes es, al menos, preocupante.

Reflexionen. La pobreza mental se mide por su capacidad de ser manipulada.

Y esta figura política que lleva engañando por activa, pasiva y neutra es lo peor desde lo que recordaba Stanley George Payne en su impagable ‘El colapso de la República’. Estamos en una situación similar: Un socialismo desnortado y un populismo en auge, como en los inicios de la Segunda República. La sangre no llegará al río, pero el enconamiento sí.

Señor Iglesias, Errejón, Monedero… señora Bescansa: a mí NO ME ENGAÑAN.  

Y si he titulado esta colaboración ‘El retorno’ es porque, ni de lejos, treintañeros me van a dar gato por liebre. Si he vuelto es porque es necesario neutralizar dentro de mis posibilidades todas sus patrañas.

Atentamente, un indeciso votante. Pero que tiene muy claro que ustedes NO PUEDEN ser la opción adecuada.

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