La reiteración de sucesos ha acrecentado el temor y colmado la paciencia de los dueños de los perros que habitualmente acuden al Parque de Los Santos Mártires. Otrora apacible entorno urbano, debido a la irracional acción de uno o varios desaprensivos este lugar se ha convertido en muy peligroso, no sólo para las mascotas, sino también para los niños que igualmente transitan por este lugar y que, como los animales, corren el riesgo de toparse con un anzuelo oculto entre un trozo de queso u otra comida.
Es por ello que un grupo de usuarios de esta zona verde ha puesto en marcha una recogida de firmas solicitando al Ayuntamiento la adopción de las medidas oportunas que erradiquen unos actos que ya se han cobrado la vida de algunos de los perros afectados y cuyo origen se remonta a mayo de 2014.
En el enunciado de la hoja de firmas también se alerta de que en este mismo lugar se han encontrado cebos envenenados, con el riesgo añadido que ello supone.
La semana pasada, el último caso
La recogida de firmas se está realizando en el propio parque y en establecimientos del entorno, entre ellos el Hospital Clínico Veterinario, donde ya se contabilizan 18 perros heridos por la ingesta de los anzuelos camuflados entre comida.
Tras Duque, un bulldog francés, que el pasado 9 de junio no pudo resistirse ante el hallazgo entre el césped de un apetitoso trozo de queso que ocultaba en su interior un afilado anzuelo, el último caso conocido ocurría el martes 14. En esta ocasión, la víctima fue un mestizo cuya dueña siguió las recomendaciones de los veterinarios y no tiró del sedal para intentar extraer el anzuelo.
Ante el actual estado de cosas, desde el Ayuntamiento se alude a la dificultad de identificar al posible autor o autores de unos actos que son constitutivos de delito, vecinos y propietarios de los perros insisten en su petición de mayor presencia policial y la instalación de cámaras de vigilancia.
