Como cabía esperar, los primeros trabajos emprendidos en la antigua iglesia de San Prudencio han sacado a la luz valiosos vestigios del pasado de este emblemático edificio, uno de los más amenazados y a la vez valiosos del patrimonio talaverano que pretende ser rehabilitado para que pueda recuperar su uso religioso al tiempo que se dedica a otros menesteres de índole cultural, tal y como aspira la Fundación Aguirre-Patronato Asilo San Prudencio, propietaria del viejo templo del desaparecido convento de Santa Catalina.
Las prospecciones arqueológicas, incluidas en las actuaciones previas a la redacción definitiva del proyecto de obra por parte de Urtiaga Gurumeta Arquitectos, han dado como fruto la aparición de enterramientos, cimientos, vanos de puertas y restos de antiguos muros, algunos de los cuales corresponderían a una iglesia aún más antigua.
Manuel Urtiaga, arquitecto, y el arqueólogo Manuel Muñoz, confirman que las desaparecidas puertas y los muros encontrados conectarían los claustros del antiguo monasterio jerónimo y la iglesia de San Prudencio, está fechada en el siglo XVI, con otro templo construido con anterioridad.
Los responsables del proyecto apuntan que, posiblemente, esos huecos y muros fueron ocultados coincidiendo con la desamortización de 1835, cuando el edificio conventual perdió su uso religioso para dedicarse a otras funciones de orden civil, entre ellas fábrica de pan.
Las catas arqueológicas que se vienen llevando a cabo en San Prudencio también han permitido localizar en el ábside la cimentación original del siglo XVI y en el presbiterio restos de un gran muro de carga que podría pertenecer a una iglesia construida en ese lugar en el XV.
En la nave lateral también ha sido hallado otro viejo muro en el que se localizan varios enterramientos.
Ahora, los técnicos estudian todos estos restos y su posible destino dentro de un proyecto todavía en fase de redacción y para el que el patronato de San Prudencio continúa buscando financiación. Como hemos venido informando, la propiedad ya ha advertido que no podrá hacer frente en solitario a un montante que podría aproximarse a 1,5 millones de euros.