Inasequible al desaliento, con vistas a la inminente elaboración de las ordenanzas fiscales de 2017, Víctor Jiménez, presidente de la Asociación de Afectados por la Ponencia de Valores de Talavera, Apovata, ha registrado medio año después un nuevo escrito dirigido al alcalde, Jaime Ramos, solicitando, primeramente, el fraccionamiento en tres anualidades (2016, 2017, y 2018) del Impuesto de Bienes Inmuebles, IBI, correspondiente al año 2015 de los terrenos rústicos y urbanizables que en su día no fue pasado al cobro por problemas administrativos.
Apovata también pide al Gobierno Ramos “una sustancial rebaja” de los tipos impositivos en el cálculo del IBI, proponiendo la aplicación del mínimo que permite la legislación vigente, el 0,4 por ciento para los bienes de naturaleza urbana y el 0,3 en los terrenos rústicos y los urbanizables sin desarrollar.
Además de recordar la petición cursada a mediados de marzo, Jiménez justifica en la nueva misiva dirigida a Jaime Ramos la necesidad de “un cambio de actitud en nuestro ayuntamiento”, en este caso en materia impositiva, para así hacer frente a “la recesión económica y social, el despoblamiento continuo, la deslocalización de empresas y autónomos y la ausencia de inversiones e inversores que sufre esta ciudad”.