Los acontecimientos que se han sucedido en el PSOE y que culminaron el sábado día 1 con la dimisión de Pedro Sánchez como secretario general han sido el detonante de la dimisión presentada este jueves 6 de octubre por cuatro integrantes de la Comisión Ejecutiva de Talavera.
Los dimisionarios son Jerónimo Martín de Bernardo, hasta ahora vicesecretario general, Alberto González, secretario de Educación, y las vocales Rosa Bello y Amparo Romero. Tras sus respectivas etapas como concejales de Educación y Medio Ambiente en los Gobiernos Municipales de José Francisco Rivas, Martín de Bernardo y Rosa Bello son los rostros más conocidos. Ambos se han alineado habitualmente en los sectores críticos al aparato y el primero disputó la secretaría general en 2004 a José Miguel Camacho.
En esta oportunidad, mientras José Gutiérrez, secretario general de la Agrupación Socialista de Talavera, apoyó decididamente la dimisión de los 17 integrantes de la Ejecutiva Federal que con su dimisión intentaron de forzar la marcha de Sánchez, un sector de la Ejecutiva Local no secundó un proceder que culminó con el convulso Comité Federal celebrado el pasado sábado.
El espectáculo del PSOE
Según reflejan los cuatro dimisionarios en cada una de las renuncias presentadas ante José Gutiérrez, “el espectáculo que se ha dado a la ciudadanía ha causado un importante daño al partido”, por lo que consideran que no deben continuar en la ejecutiva. Por ello, a partir de ahora abren un periodo de reflexión “desde la base en una posición constructiva y a la vez crítica con aquellas acciones que entiendo no solo no aportan ningún valor a la sociedad, sino que a la vez perjudican al partido, como ha sido este caso”.
Y es que Martín de Bernardo, González, Bello y Romero consideran que un secretario general elegido por la militancia socialista no debe ser cesado o forzado a dimitir por el Comité Federal u otro órgano de la estructura interna del partido, sino que han de ser los propios militantes quienes decidan sobre su continuidad.