Después de la maniobra realizada por el PSOE de Castilla-La Mancha dentro del Comité Federal que se desarrolló la pasada semana en Ferraz, algunos militantes han mostrado su desacuerdo. En la provincia de Toledo esa pequeña rebelión ha anidado un poco en la Ciudad de la Cerámica, en la que algunos exconcejales –de la época en la que Pablo Tello y Javier Corrochano ocuparon la alcaldía- sí han levantado sus voces en contra de la Ejecutiva Regional de forma testimonial.
También es fácil que del asunto se tratara en esa reunión que los ‘cascos azules’ mantuvieron en Toledo, pero quizá lo más noticiable ha sido la dimisión de la Ejecutiva local de Talavera de cuatro personas. Dos ellas –Jerónimo Martín de Bernardo y Rosa Bello- ejercieron de concejales en el gabinete Rivas y ahora andan alineados en Izquierda Socialista, una familia que parece que ha perdido peso en el partido.
Este golpe dimisionario parece que ha roto la armonía de un Comité Local al que dotó de tranquilidad la llegada de José Gutiérrez a la Secretaría General. Eso sí, para contentar a las distintas sensibilidades de la formación tuvo que cristalizar una Ejecutiva tan amplia como poco operativa; pero, al menos, aunó voluntades y acabó con las rebeliones.
Ahora, algunos huelen el cambio en la agrupación, y ya se están produciendo los movimientos. Todo hace indicar, aunque nadie ha dicho nada, que el próximo secretario general será David Gómez, uno de los hombres de confianza de Gutiérrez y de la dirección toledana, y da la impresión que se convertirá en el primer paso para presentarle como candidato a la alcaldía de Talavera. Pero hasta que esto suceda queda mucha tela que cortar y en el PSOE talaverano –como sucedió en la confección de la última candidatura- puede pasar de todo.
Lo cierto y verdad es que los socialistas talaveranos son más dados a las disidencias que a los debates de ideas o programas. Daba la impresión que José Gutiérrez podía cambiar el rumbo, pero, por lo que se ve, no. Y mientras Emiliano García-Page se esmera en tender puentes a Podemos para resucitar el pacto de investidura, en Talavera se le rebela parte del personal. Menos mal que todo queda en amago. Como siempre.
