En el próximo Pleno de las Cortes de Castilla-La Mancha, a mediados del mes de noviembre, el Gobierno regional presentará a votación el proyecto de ley contra la fractura hidráulica (fracking), y espera que los otros dos partidos representados en el Parlamento (PP y Podemos) voten a favor del texto normativo “porque es lo que piden los ciudadanos”.
Así lo ha anunciado el consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, quien abunda en que el fracking “es una práctica arriesgada que supone más riesgo que beneficio”.
De aprobarse el proyecto, como así parece, “se daría carpetazo definitivo” en los próximos meses a una práctica que en la región impulsó el anterior Gobierno de María Dolores de Cospedal y que el actual presidente, Emiliano García-Page, se comprometió a erradicar.
Asimismo, Martínez Arroyo ha manifestado que “trabajaremos para que la práctica se prohíba en toda España porque la política energética es una competencia del Estado y, evidentemente, debería prohibirse a nivel nacional”.
Cabe señalar que el fracking o fractura hidráulica es una técnica para extraer gas natural de un subsuelo profundo mediante la perforación de numerosos pozos en los que se inyectan millones de litros de agua mezclada con productos químicos, muchos altamente tóxicos, con el fin último de poder extraerlo.