Fue Isidro Flores el que creó Iniciativa por la Promoción Económica de Talavera (Ipeta) a principios de los años noventa, cuando sustituyó a Javier Corrochano en la alcaldía. Una idea que, en distintos medios de comunicación de la Ciudad de la Cerámica, se tomó a chunga, pero que fue aceptada tras la llegada de Florentino Carriches para dirigir los destinos de esta Talavera de nuestros pecados.
Carriches dotó de personal la iniciativa de Flores y puso al frente de Ipeta, ostentando el cargo de gerente, a Miguel García ‘Corona’, algo que compatibilizaba con el de la recién nacida Universidad en Talavera. No hizo mala gestión Corona ni en el centro universitario, ni en Ipeta. Por ahí andan todavía aquellos balances económicos que se hicieron públicos y demostraban el ahorro que había proporcionado el trabajo de García.
Ahora, tras la exigencia de Ciudadanos, el Ayuntamiento ha convocado la plaza de director de Ipeta porque la de gerente ya está ocupada. Una designación que tiene con la mosca detrás de la oreja a la oposición municipal porque sospecha que puede haber una especie de pucherazo y que se coloque en el cargo a alguien que determine la formación naranja, que es la que ha obligado que se destinen 700.000 euros para tal fin.
Bueno, lo que quiere Ciudadanos es un buscador de inversiones para la ciudad para así acabar con la situación que padece esta denostada urbe. Y claro, en los mentideros políticos han comenzado a imaginarse nombres para el cargo. El que más suena es el de Miguel García, quizá porque últimamente se le ha visto reunido con el portavoz de Ciudadanos o, tal vez, porque ya ha solicitado cesar en su trabajo como bancario.
En otro día le pregunté a Corona si estaba pensando en concurrir a este puesto y él me respondió que por ahora no puede decir que él vaya a ser el director de Ipeta. Claro, que tampoco lo negó porque…aún no hay nada de nada, como dijo. Lo cierto y verdad es que Miguel García tiene un color político que yo bauticé hace más de veinticinco años como incoloro.
Es un hombre integrado en la derecha de la ciudad, pero sus enemigos en esa ala no dudan en recordar que militó en la Joven Guardia Roja, mientras que la izquierda le reboza su amistad con Carriches, primero, y Jaime Alberto Ramos, después. Muchos no saben que Corona estaba en la lista que en el PSOE se presentó como alternativa a la candidatura de Pablo Tello, aunque sí conocen de la amistad de Tirso Lumbreras, uno de los socialistas más importantes hace dos décadas.
Corona tiene don de gentes y cuenta con cierta aceptación en la ciudad. Eso sí, cuando ha comenzado a sonar su nombre se ha levantado cierto recelo. Y es que se está hablando más de la persona que puede ocupar el puesto de director de Ipeta que de la función a realizar. Se busca un captador de inversiones o, por el contrario, un hombre que agrade a todos. Eso es muy difícil y, en Talavera, casi imposible.