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El Centro Cultural Rafael Morales de Talavera fue escenario en la tarde noche del martes de la presentación de ‘Las Piedras de Trueno’, novela histórica escrita y editada por Miguel Méndez-Cabeza, médico, investigador y divulgador cultural. Los asistentes al acto, que llenaban la sala Carmelo Castilla y entre los que se encontraban ellos un buen puñado de amigos del autor, la concejal de Cultura, María de los Angeles Núñez, Sonsoles Arnao, portavoz de Ganemos, y numerosos integrantes de los Clubes de Lectura de la ciudad, fueron testigo de la presentación de un libro de cerca de 400 páginas en el que se expone un fresco de la Castilla del siglo XV, con dos protagonistas antagónicos que escenifican los conflictos sociales y políticos de la época.
‘Las Piedras de Trueno’ estuvo presentado por el propio Miguel Méndez, que cedió en primer lugar la palabra a la responsable de los clubes de lectura, Mercedes Regidor, que expuso la importancia de las historias que crean personajes y estructuras que atrapan al lector. A continuación Miguel Ángel Sánchez, prologuista y -como le definió Méndez- “compañero de armas y descomunales batallas”, resaltó la personalidad “renacentista” del autor y la necesidad de contar con personas libres como él, así como lo indispensable de su empuje y conocimientos para el futuro de Talavera.
Jesús Carrobles, arqueólogo y director de la Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo, fue el encargado de presentar canónicamente ‘Las Piedras de Trueno’, un libro donde se entrecruzan las vidas de un hombre humilde, Juan de Guadalupe, con la del hombre más poderoso de su tiempo, Álvaro de Luna, valido del rey Juan II de Castilla.
Carrobles hizo un recorrido por la figura de Miguel Méndez, su labor divulgadora e investigadora y también editora. Recordó la tradición literaria de ‘vidas paralelas’, así como la erudición del autor, destacando que se trata de uno de los mayores especialistas en el mundo rural, sus oficios y los hombres que aún lo habitan. Se detuvo también a analizar la forma limpia y directa de Méndez, que encara su obra como Delibes, “con un hombre, una historia y una pasión”.
Jesús Carrobles, finalmente, invitó a leer un libro que, con epicentro en la antigua tierra de Talavera, se abre para dar a conocer un mundo que nos atrapa y nos lleva casi sin aliento hasta el desenlace final.
Terminó el acto el novelista, que aprovechó la ocasión para resaltar la importancia de las mujeres como lectoras, así como la necesidad y trascendencia de conocer nuestra historia, criticando los métodos educativos que relegan a las Humanidades y que van perfilando “una sociedad roma y desconocedora del pasado que atesoramos”.