La Ley 52/2007, de 26 de diciembre, por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas en favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la Guerra Civil y la dictadura, conocida popularmente como Ley de Memoria Histórica, establece en una de sus disposiciones la eliminación de símbolos franquistas como escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación personal o colectiva del levantamiento militar, de la Guerra Civil y de la represión de la dictadura y, por ende, deberán ser retiradas de los edificios y espacios públicos.
Nueve convulsos años de normativa en los que lejos de dar digno carpetazo de una vez por todas a uno de los periodos más negros de la historia de España, como era su objetivo prioritario, los agravios siguen abiertos por mor de la inacción de muchos ayuntamientos que argumentan “no abrir heridas” cuando éstas como están son precisamente abiertas.
En Talavera Izquierda Unida promovió una iniciativa que llevó al Pleno como moción Ganemos Talavera, moción que fue aprobada el 3 de septiembre de 2015 con el apoyo favorable de PSOE y Ciudadanos y sólo el voto en contra del PP. Ya entonces diferentes miembros del equipo de Gobierno Local argumentaron que cambiar la denominación de las calles de Talavera suponía un enorme trastorno administrativo al consistorio y a los vecinos, además de justificar su inmovilismo con esa manida locución ya mencionada de ‘abrir heridas’.
¿Por qué la moción no se pone en práctica?
Si la moción llegó al Pleno y fue aprobada por mayoría, ¿por qué no se cumple? La Ley de Bases de Régimen Local recoge que los gobiernos municipales deberán cumplir obligatoriamente sólo con las mociones que sean competencia del Pleno. En este sentido, el concejal de Ganemos Talavera, Miguel Ángel Sánchez, abunda y alude a la Ley de Grandes Ciudades que rige los designios políticos de la Ciudad de la Cerámica y que otorga la máxima potestad a la Junta de Gobierno Local para tramitar o no la ejecución de la o las mociones aprobadas. Así podríamos hacer una analogía mediante la cual el Pleno serían las Cortes, la Junta de Gobierno Local el Consejo de Ministros y el alcalde, el presidente de la nación, por lo que el Pleno queda en clara desventaja en poderío ejecutorio y supeditado en todo caso a la decisión de la Junta de Gobierno.
También habría que tener en cuenta la partida presupuestaria para llevar a cabo ese acuerdo plenario, lo que volvería a otorgar el mango de la sartén al Ejecutivo Local, que es quien determina la confección de las cuentas anuales y que actualmente encuentra en Ciudadanos a su vital aliado para sacarlas adelante en Talavera. En el caso que nos ocupa, paradójicamente, C’s no ha instado ni siquiera apuntado destinar partida alguna a la moción que apoyó.
En este aspecto, cabe igualmente señalar que la Diputación de Toledo publicó en mayo de 2016 una subvención de 20.000 euros destinada a los ayuntamientos de la provincia para la ejecución de proyectos referidos a la Memoria Histórica entre los que se incluía la sustitución en el viario municipal de las denominaciones del callejero que incumplan lo establecido en la Ley de 2007.
El callejero franquista de Talavera
Muchos se preguntarán cuáles serían esas denominaciones de calles que se aprobaron sustituir y qué o quiénes dieron nombre a las mismas durante el franquismo. Fidel Cordero y otros miembros de Ganemos Talavera elaboraron un exhaustivo listado documentado al que ha tenido acceso Ahoraclm y que ahora les transcribimos:
General Moscardó. Militar sublevado en julio de 1936, mitificado por el franquismo y el fascismo italiano como jefe de la resistencia del Alcázar de Toledo. En ese episodio supuestamente heroico, los hombres de Moscardó hicieron casi 60 rehenes civiles que fueron luego asesinados o desaparecidos, entre ellos el Gobernador Civil y el teniente de alcalde de Toledo y sus respectivas familias.
Ángel del Alcázar. Sobrenombre de uno de los defensores del Alcázar de Toledo y miembro dirigente de Acción Católica, una de las organizaciones que instigaron el golpe de estado que dio lugar a la Guerra Civil y colaboraron en la represión posterior de todas aquellas personas y organizaciones que no aceptasen el dogma católico.
Alférez Provisional. Rango militar de los jóvenes oficiales del ejército franquista que se alistaron voluntarios por su militancia en organizaciones fascistas o por afinidad ideológica con éstas, agrupándose luego en una Hermandad activa hasta la transición.
Banderas de Castilla. Agrupaciones militares, integradas básicamente por voluntarios falangistas, que durante el conflicto bélico entre 1936-37 establecieron un banderín de enganche en el campo del Prado de Talavera.
Tercio del Alcázar. Nombre de las dos unidades militares del requeté carlista formadas en diciembre de 1936 e integradas por voluntarios tradicionalistas que apoyaron al franquismo en la Guerra Civil. El carlismo, derrotado en tres guerras por el liberalismo, alcanzaría en el régimen de Franco por fin un reconocimiento oficial.
Justiniano López Brea. Alcalde de Talavera durante la dictadura de Primo de Rivera (1926-30) y la franquista (1940-48), alineado con el carácter autoritario y represivo de ambos regímenes, así como por sus arbitrariedades y corruptelas en las obras públicas acometidas.
Isaac Gabaldón. Comandante de la Guardia Civil conocido por su actividad represiva contra la masonería, de cuyos miembros se le suponía tener un listado exhaustivo. Por esta información fue asesinado, junto a su hija y el conductor de su vehículo. En represalia, Franco ordenó acabar con la vida de 60 jóvenes presos y presas políticas, entre ellas las famosas ‘trece rosas’.
Antonio Torres. Veterinario municipal y Vocal de la Gestora del Ayuntamiento de Talavera tras la entrada en septiembre de 1936 de las tropas africanistas del general Yagüe. Desde esta gestora se apoyó la sublevación militar, homenajeando a sus jefes, organizando recaudaciones forzosas para financiar al ejército golpista, exaltando a los combatientes y humillando a los vencidos.
“En este momento en que la guerra está apenas empezando –apunta el informe-, en nuestra ciudad se producen asesinatos masivos, violaciones sistemáticas, y otros atentados contra los derechos más elementales de las personas, especialmente de las más débiles. La excusa de que la guerra pasaba por allí resulta poco aceptable si tomamos en cuenta que se trataba de un militante en organizaciones antidemocráticas, como la Falange Española Tradicionalista y de las JONS, partido único en el totalitarismo franquista, definido con nitidez en sus políticas por hacer apología de ‘la dialéctica de los puños y las pistolas’ y otros lemas contrarios a las libertades mínimas”.
Gregorio de los Ríos. Alcalde de Talavera en la posguerra, de 1948 a 1958, y diputado provincial hasta 1962. También en ese periodo del franquismo fue directivo del Colegio de Abogados y corresponsal de prensa, siempre colaborando con el Régimen.
Capitán Cortés. Oficial de la Guardia Civil que en septiembre de 1936 se sublevó en Jaén contra el gobierno republicano, refugiándose en el santuario de Santa María de la Cabeza, donde sería derrotado en abril del año siguiente, haciéndose de esta resistencia un episodio mítico para el franquismo
Conde de Peromoro (Mariano López de Ayala). Militar franquista, alcalde de Talavera de 1937 al 40, cargo que ocupó al tiempo que era conservador del Alcázar de Toledo en los años más duros de la represión de la guerra civil y la posguerra. El título de Conde había sido una concesión del rey Alfonso XIII en 1910, a este hijo del Conde de Cedillo.
Emilio Borrajo. General africanista, que tras la ocupación de Talavera por las tropas sublevadas en 1936, asumió el papel de alcalde, hasta abril de 1937, cuando fue destituido por sus desavenencias con el Gobernador Civil. Antiguo político conservador, fue considerado un ‘cacique’ implicado en el tráfico de influencias e incluso en la compra de votos.
Otras denominaciones de “menor relevancia”
Otras denominaciones también fueron incluidas en la relación, aunque al tener “menor relevancia como personajes defensores de valores antidemocráticos” no consideraban tuvieran que ser cambiadas de inmediato, pese a que también -entienden- son denominaciones de calles impuestas entonces con un fin propagandístico del Régimen. Entre ellas estarían las siguientes:
Vicente de Leyva. Alcalde (1958-61), y letrado de los sindicatos verticales del régimen franquista, debió conocer y entender jurídicamente lo que sucedía, siendo también partícipe de lo que las autoridades ordenaban y consentían en una comarca, como en todo el estado, donde sus predecesores habían implantado el terror en buena parte de la población mediante una represión, insistimos, contraria los Derechos Humanos elementales.
Ramón Corrochano (denominación aprobada en un Pleno de 1950). Fundador y máximo dirigente de la Falange local, asesinado en 1936.
Emiliano Segovia (denominación aprobada en un Pleno de 1955) Aviador falangista, Falleció al ser derribado el avión en el que volaba en 1936, en Toledo.
Francisco Redondo (denominación aprobada en un Pleno de 1955) Combatiente falangista muerto en la Segunda Guerra Mundial y enrolado en la División Azul española que apoyó la Operación Barbarroja de Hitler para invadir Rusia.
Fidel Martín Inés (denominación aprobada en un Pleno de 1955) Falangista, muerto en combate.
José García Verdugo (denominación aprobada en un Pleno de 1950). Carlista, miembro de Acción Católica y de Acción Popular, siendo concejal en 1924 y 1931. Fue director del periódico ‘El Castellano’. Fue asesinado por milicianos de Talavera al comienzo de la guerra.
Julio Gómez Gómez (denominación aprobada en un Pleno de 1955) Combatiente franquista, muerto en el frente en 1936.
Víctor Benito Zalduondo (denominación aprobada en un Pleno de 1950). Dirigente del grupo de extrema derecha Acción Popular. Fue concejal en 1931, siendo asesinado en 1936.
La aplicación de la Ley de Memoria Histórica está suspendida de facto desde la llegada al Gobierno de Mariano Rajoy quien recortó la asignación un 60 por ciento en 2012 y no destinó ni un sólo euro en los últimos cuatro ejercicios presupuestarios.
