El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha instado hoy a la Comisión Europea a crear en 2017 una reglamentación que establezca las Indicaciones Geográficas Protegidas (IGPs) no agroalimentarias “para los productos que se acomoden a estas condiciones”, una reivindicación que comparte con otros países como Italia o Francia, y que servirá para luchar contra el fraude.
Así lo ha señalado este miércoles el presidente desde el Parlamento Europeo en Bruselas, hasta donde se ha desplazado para establecer una estrategia en defensa del sector cuchillero albaceteño y de la artesanía regional, un viaje en el que está acompañado por el presidente de la Federación Regional de Artesanos (FRACAMAN), Roberto Perea; el responsable de la Asociación de Cuchillería y Afines (APRECU) de Albacete, Juan Andrés Barbero, y su próxima sustituta al frente de la entidad, María Pilar Jiménez, así como de varios miembros de su Ejecutivo.
En palabras Page, se trata de una forma de “proteger nuestra producción y de que no se deslocalice”, a la vez que se persigue mejorar su calidad. “Los consumidores de todo el mundo tienen asumido este hecho con alimentación, y ahora estamos hablando de trasladar este concepto de protección a lo que no es alimentario”, productos que se elaboran siguiendo una metodología artesanal y que son de gran importancia en la región “porque arraigan puestos de empleo y una industria concreta que nos permite competir contra el fraude”.
En este sentido, García-Page ha advertido que esta medida “no atenta ni es incompatible con el libre mercado, más bien al contrario”, pues evitará por ejemplo que se puedan hacer navajas “con la marca de Albacete” desde China.
El presidente regional ha mantenido en esta mañana una reunión de trabajo con la vicepresidenta del Parlamento Europeo, Evelyne Gebhardt, y el eurodiputado Nicola