La segunda sesión del juicio contra los acusados de atracar el supermercado de Yuncos -en octubre de 2013-, en el que dejaron parapléjico a un guardia civil, ha estado destinada a la declaración de las empleadas del Mercadona y los clientes que allí había.
Hoy han prestado declatación la gerente del establecimiento, los cajeros y empleados y varios clientes, que han explicado el atraco y el tiroteo que presenciaron aquella tarde.
“Me pareció que tenía acento de Europa del Este”, ha señalado la gerente respecto a uno de los atracadores, mientras que otro empleado ha dicho que el que habló “parecía que tenía un acento raro” y era “más alto y corpulento” que él.
Otra trabajadora ha relatado el tratamiento psicológico y la terapia a la que tuvo que someterse tras el atraco y a preguntas sobre si notó un acento extraño en los autores ha dicho: “me pareció extraño todo”.
Uno de los clientes, que estaba comprando junto a su mujer e hijo, ha referido que se dirigió a los atracadores para decirles que tuvieran cuidado, que estaba el niño allí, y ha concretado que “por la voz, me parecía español”.
“Jamás ha disparado un arma”
En la primera sesión del juicio, uno de los tres acusados de cometer este atraco y disparar al agente exculpó a los otros dos implicados.
Y el abogado de este acusado ha dicho esta mañana a que su cliente “jamás ha disparado un arma de fuego contra ninguna persona” y ha agregado que ya ha reconocido “que ha participado en el robo” por lo que “tendrá que asumir jurídicamente las consecuencias”, aunque los responsables del disparo “están fuera de España”.
El juicio continuará mañana con el testimonio de los agentes, entre ellos Román David Gómez, guardia civil al que dispararon en la puerta del supermercado cuando llegó y que ha quedado parapléjico, con un grado de discapacidad del 84 por ciento.
El fiscal pide penas de alrededor de 50 años para los tres acusados por el atraco de Yuncos y de entre 4 y 10 años de cárcel para los otros cuatro.