¡Ya está! ¡No hay que darle más vueltas al asunto! Ya sabemos el origen y las causas de todos nuestros males. Nos marginan. Nos tienen manía. Van a por nosotros. Un lamento acusador se propaga como un mantra liberador de conciencias y responsabilidades por el imaginario colectivo talaverano, ahogando con ello la más mínima oportunidad a la autocrítica y haciendo reo de traición o herejía a todo aquel que ose cuestionarlo. Se trata del socorrido: ¡ESPAÑA NOS ROBA! ¡TOLEDO NOS ROBA! Al fin y al cabo, a vascos y catalanes les ha salido rentable ¿verdad? ¿Para qué vamos a molestarnos nosotros en hurgar en nuestros propios vicios y errores si, como ellos, podemos culpar a los demás de todos nuestros males?
Y en aquestas estamos cuando D. Jaime Ramos, la máxima autoridad del lugar, su Gobierno y su Corte toda, en un inusitado amago de coraje y valentía, alzando sus voces ¡eso sí! donde nadie pueda oírles, amenazan con subirse al carro de los indignados olvidando o intentando hacer a otros olvidar que quizá, ellos y los suyos son, al menos en buena parte, causa y raíz de tanto desastre y de tanta indignación.
Amenaza y advierte D. Jaime que, o los distintos gobiernos de las distintas Administraciones se vuelcan con Talavera y se entregan en cuerpo y alma a solucionar nuestros gravísimos problemas… o se van a encontrar con “la horma de su zapato”. ¡Eso sí! en diferido. Lo dejamos para el próximo otoño. Que no saben ellos con quién se están “jugando los cuartos” y no es cuestión de precipitarse sin darles la oportunidad de rectificar para evitar sufrir en sus carnes trémulas y trémulas conciencias el amargo sabor de nuestra más cruel indiferencia.
Y sabido esto, conviene añadir, a riesgo de que alguien considere que pongo la venda antes de la herida (pues es este, pueblo, donde el “conmigo o contra mí” es sentimiento asumido entre el común de las buenas gentes del lugar tras 40 años de franquismo aún no superado seguidos de 40 más de bipartidismo que seguimos sin terminar de superar) que no faltará quién interprete a su capricho y conveniencia lo que aquí se dice y que es algo que puede resumirse en una sola frase. ¡BASTA YA DE ECHAR BALONES FUERA Y CULPAR EN EXCLUSIVA, AL OTRO, AL DE FUERA, A LOS DEMÁS, DE LA GRAVE SITUACIÓN QUE VIVE NUESTRA CIUDAD!
¿De verdad alguien cree que en nuestra actual situación política económica y social nada tienen que ver el sucursalismo, la dejación de responsabilidades, el inmovilismo, la mediocridad, la falta de ambición colectiva o la codicia personal de la clase política y económica que ha dirigido y gobernado Talavera en las últimas décadas? ¿Y la sociedad talaverana? … su apatía, su desmovilización, su individualismo, su escaso interés, participación y compromiso con lo colectivo y con lo público, ¿de verdad alguien cree que nada tiene que ver esto con lo que nos pasa?
Reflexionemos pues, frente al espejo, si de verdad queremos que Talavera, su economía y la sociedad talaverana recuperemos la influencia, el empuje, la creatividad y el dinamismo que en algún momento tuvimos y que no se ha sabido ni alimentar ni conservar. Que nadie se llame a engaño. El futuro de Talavera y con él, el nuestro, no lo hallaremos tras el aislamiento al que invitan las políticas de campanario que hoy pregonan muchos de los responsables del desastre actual.
Talavera, su futuro, el nuestro y el de nuestros hijos reclaman un cambio de actitud profundo del conjunto de la sociedad talaverana. Una actitud mucho más EXIGENTE, CRÍTICA, PARTICIPATIVA y COMPROMETIDA es, hoy por hoy, el único antídoto contra el olvido y el aislamiento que nos conduce al ¡ESPAÑA NOS ROBA! ¡TOLEDO NOS ROBA!