El Mercado de Abastos de Talavera se ha convertido en una china en el zapato para el Gobierno Municipal talaverano. La decisión de cerrarlo y, por ende, clausurar el Centro de Promoción de la Artesanía y trasladar la oficina de turismo a unas pequeñas dependencias en el Museo Etnográfico, hubiera caído en el olvido si las pretensiones de darle otra utilidad hubieran cuajado. Todo lo contrario.
No sólo no cuajaron sino que la empresa que iba a encargarse de su explotación y gestión, IPRO, no logró reabrir el edificio y dejó destrozos por valor de 153.000 euros. Y aunque el Ayuntamiento ha intentado cobrar no ha podido.
Hoy, el viceportavoz del Ejecutivo local, Santiago Serrano, ha informado que tras reclamar a IPRO la cuantía y no obtener respuesta han presentado una demanda contra la empresa aseguradora para intentar cobrar ese dinero.