El consejero de Hacienda y Administraciones Públicas del Gobierno de Castilla-La Mancha, Juan Alfonso Ruiz Molina, ha presentado el segundo Proyecto de Ley de Presupuestos de la Comunidad Autónoma para 2017, que en este caso ascenderá a 8.941 millones de euros, 21 más que el texto anteriormente elaborado y que no superó el trámite parlamentario el pasado mes de abril tras ser rechazado sorpresivamente por Podemos.
En concreto, el gasto no financiero asciende a 7.170,1 millones frente a los 7.148 del último proyecto, y está ideado para “cumplir los objetivos de déficit y de deuda pública”, fijados en el 0,6 % y el 35 % del PIB respectivamente.
Ruiz Molina ha dado detalles de este nuevo Proyecto de Ley tras hacer entrega del mismo en sede parlamentaria, donde ha fijado como objetivos del mismo mejorar la calidad de vida de las personas, generar más riqueza y empleo y mantener unas cuentas públicas saneadas.
La mejor coyuntura económica hace que las previsiones de gasto en distintos ámbitos sea mayor, ha especificado. Así, se gastarán 148 millones en servicios de carácter general (7,2 millones más que lo previsto en el último proyecto); 702 en Servicios Sociales (+37,8); 2.692 en Sanidad (+92,1); 1.626 en Educación (+75); 1.396 en Agricultura y Medio Ambiente (+24), o 257 en Desarrollo Económico y Empleo (casi 11 millones más).
También aumenta 21,7 millones el gasto en Infraestructuras, Urbanismo y Vivienda hasta los 245,6; habrá 5,4 millones más en Investigación, Desarrollo e Innovación hasta alcanzar 107 millones; y 245 millones más en deuda pública e imprevistos, hasta los 1.765,2 millones de euros.
El consejero se ha mostrado confiado en que el 31 de agosto estén aprobadas unas cuentas “muy similares al presupuesto que fue rechazado el famoso 7 de abril”.