De nuevo el parque de los Santos Mártires ha sido el escenario de la colocación de un anzuelo con cebo para hacer daño a los perros que allí acuden a su esparcimiento diario. La foto ha sido colgada en una red social por una ciudadana talaverana que reclama acción por parte del Gobierno municipal.
Y es que ya son muchos los casos y varios los años en los que esta execrable práctica se está llevando a cabo en la ciudad, la mayoría de los casos en este céntrico parque. La intensificación de la vigilancia por parte de la policía, tanto de uniforme como de paisano, tras alguno de estos episodios nunca ha dado sus frutos.
La concejal del Centro de Recogida de Animales en el Ayuntamiento de Talavera, María de los Ángeles Núñez, siempre ha rechazado la instalación de cámaras de vigilancia para atrapar al o a los desalmados al argüir que atenta contra la intimidad de las personas y la protección de datos. Sin embargo muchos Ayuntamientos han optado por su instalación en parques para disuadir o identificar actos vandálicos, y con éxito. Unos lo han hecho de forma irregular y han sido reprendidos, multados y obligados a retirarlas, pero los Ayuntamientos que lo han solicitado a la Delegación del Gobierno y ésta lo ha hecho llegar al Ministerio del Interior y ha sido tramitado a través de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado bajo la aprobación de la Comisión de Garantías de Videovigilancia, anunciando de forma explícita que el lugar estaba vídeovigilado, no han tenido ningún problema. Ahí la Agencia de Protección de Datos no entra si se cumplen esos requisitos y los que supervisan las grabaciones son profesionales. Se trataría pues más de voluntad política o de presupuesto, o de ambas.