Esta tarde, en el hospital talaverano Nuestra Señora del Prado, la muerte ha sorprendido a Diego Mateos Gutiérrez, más conocido como Zarra. Diego nos deja a los 85 años de edad y después de demostrar que fue un delantero con gran remate de cabeza, por eso su apodo, y un excelente entrenador de fútbol base.
Diego Mateos jugó en diferentes equipos locales de la Ciudad de la Cerámica, pero donde más destacó fue en el Santa Olalla y en el San Prudencio. Fue un ariete de raza, de los de antes, y por eso se le llamó Zarra como al bilbaíno Telmo, con el que pasó algún tiempo en Lezama.
Es difícil nominar a la gran lista de futbolistas que han pasado por las manos de Diego en diferentes equipos, aunque donde más tiempo estuvo fue en la Peña Athletic. Fabricó futbolistas como los dos Casqueros –padre e hijo-, Corona, Lolo, Bermúdez, Ángel Martín, Pedro Álvarez, Chino, Arjona, Adrado, Angelín y un sinfín de nombres.
Uno de los campos de fútbol de Talavera lleva su nombre. El entierro de sus restos se producirá mañana en el cementerio de Talavera, pero antes –a las seis de la tarde- se ofrecerá una misa por su eterno descanso. Vaya nuestro más sincero pésame para toda la familia y amigos del inolvidable Zarra.
