Viendo el comportamiento de las distintas formaciones políticas a la hora de acometer sus cacareadas renovaciones uno considera que la palabra renovación tiene otro significado para estos dirigentes. Sin ir más lejos, tanto el PP como el PSOE apuntaron –nada más finalizar sus respectivos congresos regionales- que habían cristalizado una renovación en sus cúpulas.
Y si se echa un vistazo a sus organigramas se observa que cada uno han realizado la renovación a su manera. En el PP, por ejemplo, el núcleo duro es el mismo que diseñó María Dolores de Cospedal en el anterior congreso, lo que significa que de renovación muy poca; aunque se haya producido algún que otro baile a la hora de dictaminar a aquellos que realizarán ciertos cometidos en el seno del partido.
Sí que se ha dado la renovación en el PSOE de Castilla-La Mancha. Quizá porque las primarias han dado más fuerza a Emiliano García-Page y, por ello, ha aprovechado para rejuvenecer la formación y abrirla aún más; algo que también hará en la geografía toledana el recién elegido secretario provincial de los socialistas, Álvaro Gutiérrez, tal y como ha declarado.
El que parece que también quiere renovarse es el PP talaverano. El hombre que ejercía de presidente, José Julián Gregorio, ascendió a ejercer esta labor a nivel provincial y él mismo aboga por esta renovación. Es fácil que continúen veteranos dirigentes, pero parece que se quiere desde arriba que la Junta Local presente ciertas novedades.
Y es que a las nuevas ejecutivas hay que prestarlas atención, pues la mayoría de los grupos municipales y aspirantes a cargos de altura nacen en estos cultivos. Y mucho más en el PP.
El 11-N
Ya ha pasado más de un mes desde que se produjo la manifestación del 11-N en la Ciudad de la Cerámica. Y la Mesa por la Recuperación de Talavera, organizadora del evento, aún no ha recibido contestación alguna tras el movimiento. Se sabe -porque la portavoz del Gobierno municipal, María Rodríguez, lo dijo en sesión plenaria a una pregunta de Ganemos- que desde el Ayuntamiento se han escritos dos cartas al Gobierno de la nación, al regional y al provincial y no se ha tenido respuesta alguna.
Desde que se desarrolló la manifestación, únicamente se ha producido un movimiento: el ‘escrache’ que un grupo de 80 talaveranos que, al parecer, pertenecen a Vivimos Talavera realizó al presidente Page en su última visita a la ciudad. Un ‘escrache’, por cierto, que terminó con alguna salida de pata de banco de otras personas que, según apunta Vivimos Talavera en su cuenta de Facebook, no pertenecen a este movimiento.
Este silencio hace que cunda el desánimo en una ciudadanía que se pregunta qué pasara después de la manifestación. Algunos miembros de la organización no descartan realizar otras concentraciones enfrente del Palacio de Fuensalida o en la capital de España.
De todas formas, el cabreo de los talaveranos puede aumentar más si se confirma, tal y como denuncia Ecologistas en Acción, que el asunto del trasvase Tajo-Segura se puede quedar fuera del debate para lograr el ansiado acuerdo nacional por el agua.
La felicidad de Page
El presidente regional, Emiliano García-Page, continúa con su agenda de visitar todos los rincones de Castilla-La Mancha. Está presente hasta en las localidades más pequeñas de nuestra geografía y transmitiendo una ilusión que parece fruto de su felicidad.
Encara el próximo año, que será clave para su futuro político, con el presupuesto cerrado y con un apoyo de Podemos que desespera al PP. Tanto es así, que la labor de oposición de los populares –quizá porque esperan sacar un rédito político- se centran más en criticar este acuerdo de gobierno que en otras cosas.
Hasta en las enmiendas al presupuesto regional se ha visto despistado al PP, pues han querido enmendar los propios recortes que ellos cristalizaron cuando estaban en el poder.
