Hoy la cámara de Betis nos muestra en esta sección uno de los recuerdos de la niñez de este retratista de postín. Y la protagonista es Conchi Godoy, aquella que niña que Betis y sus amigos de infancia veían a través del cristal del palacio de los condes de la Oliva, un lugar en el que el padre de ella inició, hace sesenta años, un negocio de venta de juguetes que hoy aún perdura.
Betis creía entonces que Conchi era la princesa de ese país de las maravillas que contemplaba desde la fría calle, porque era la que más juguetes tenía en aquella Talavera en blanco y negro y daba la impresión que tenía trato director con los Reyes Magos porque aquí se dejaban las cartas que escribían los niños de la ciudad solicitando sus regalos.
Esa mirada repleta de envidia es la misma que hoy transmite Miguel a través de su angular y que también nos hace viajar a todos en el túnel del tiempo.