El secretario de Organización del PSOE de Castilla-La Mancha, Sergio Gutiérrez, ha afirmado este domingo en Talavera que es el Partido Popular el que “se merece una querella”, por privatizar la sanidad pública “y por defender los intereses privados de sus amigos”.
Gutiérrez ha hecho estas manifestaciones después de que el diputado regional del PP, Carlos Velázquez, anunciase esta semana que el Partido Popular estudia denunciar al Gobierno regional por sus “mentiras reiteradas” en las comparaciones de las listas de espera sanitarias respecto a las de la anterior legislatura, ya que, según precisó, antes se incluía la cirugía menor y ahora no.
En una visita que ha hecho hoy a la caseta del PSOE en la feria de Talavera de la Reina, Gutiérrez ha tildado estas manifestaciones de “absurdas” y las ha achacado al hecho de que los populares castellano-manchegos “están atacados de los nervios por cómo les van las encuestas”.
Asimismo, ha comentado que en la región “todavía seguimos penando los destrozos” que hizo la anterior presidenta regional del PP, María Dolores Cospedal, a la que ha acusado de reducir durante su mandato la plantilla de médicos en 3.000 facultativos, así como de cerrar plantas enteras hospitalarias.
Pero ha subrayado que, a pesar de que Cospedal dejó “una situación difícil de remontar”, con el actual Ejecutivo autonómico que preside el socialista Emiliano García-Page el hospital de Talavera tiene ahora 50 médicos más.
Agua
“Nos quitan el agua y nos ofrecen peligros y emergencias nucleares”, ha lamentado Gutiérrez, que ha pedido al Partido Popular de Castilla-La Mancha “que se rebele” contra la intención del PP nacional de alcanzar un pacto para mantener el trasvase Tajo-Segura.
Según ha dicho Gutiérrez, los ‘populares’ tratan de “perpetuar” las derivaciones al Levante “cuando el trasvase está en el filo de la navaja para cargárnoslo”.
El pacto nacional del agua está a la espera del visto bueno de los “barones” territoriales, ha comentado Gutiérrez, que ha instado al PP castellano-manchego y al PP de Talavera a rechazar la política de agua que, a su juicio, quieren imponer el presidente nacional, Mariano Rajoy, y la secretaria general, María Dolores Cospedal.
En este sentido, ha advertido que “cada trasvase aleja la posibilidad de crecimiento económico” y pone en peligro la sostenibilidad ambiental.