Otro nuevo acto vandálico, perpetrado en la noche del miércoles al jueves pasado, ha sufrido uno de los clubes más ejemplares y señeros de la Ciudad de la Cerámica, el Talavera Talak.
Esta vez ha sido una papelera el objeto de deseo de esos vándalos que adolecen del más mínimo respeto por el entorno que les rodea.
Éste destrozo gratuito se suma a la larga lista de hechos similares y peores que ha sufrido la sede deportiva del Club Talavera Talak, que tiene la desgracia de estar ubicada enfrente de la piscina La Alameda, sitio donde el botellón campa a sus anchas las vísperas de festivos y todos los viernes y sábados del año.
A finales de abril y ya en plenas Ferias de San Isidro la caseta sufrió sendos ataques, con rotura de candados y apertura de puerta, con el objetivo de lanzar piraguas al agua para que se las llevase la corriente. Entonces se les anunció por parte del Gobierno Local que desplazarían a operarios municipales para tomar medidas con el fin de colocar un vallado exterior. Desde el club han denunciado, aprovechando este último ataque al mobiliario urbano, que por allí no ha pasado nadie y que siguen esperando soluciones.
Por último, tampoco ha sentado bien que en el balance municipal de esas ferias se dijera que no había pasado nada reseñable y que son muy seguras cuando asaltaron su sede, además de dejar sus alrededores llenos de basura y orines y se levantó acta por parte de la Policía Local.
