Finalmente, las traviesas de ferrocarril que habían comenzado a colocarse para perimetrar el quiosco de La Bombonera de Talavera han sido retiradas.
La denuncia pública del Grupo Municipal Socialista advirtiendo de la peligrosidad del producto con las que son tratadas estas traviesas han provocado la marcha atrás de los nuevos adjudicatarios del quiosco, que se encuentra en la Avenida Real Fábrica de Sedas, junto a la rotonda de Los leones.
Y es que ese producto con el que se trataban las traviesas y todo tipo de maderas a la intemperie por su alta capacidad de retención, penetración y protección está prohibido por la Unión Europea desde el año 2011.
La creosota contiene un hidrocarburo cancerígeno
La creosota, pese a ser un protector orgánico natural de la madera, ya que se extrae de la resina de las hojas del arbusto de creosota y de la madera de haya, también contiene productos químicos con origen en el alquitrán.
Entre ellos el benzopireno, del que se ha demostrado que determinadas concentraciones de este hidrocarburo policíclico pueden ser más cancerígenas de lo que se creía antes de 2011.
Por ello, la creosota es considerada como un producto tóxico y cancerígeno y su uso está expresamente prohibido en terrenos de juego, parques, jardines e instalaciones recreativas y de ocio al aire libre, como en el caso del quiosco talaverano, que colinda con una parque infantil.
Por su peligrosidad se indica que debe evitarse el contacto con la piel, la ingestión o inhalación sus vapores.
Sólo se permite el uso de creosota si no hay otra alternativa y en instalaciones ferroviarias, cercados, postes, es decir, en aquellas instalaciones en las que la madera está en contacto permanente o semipermanente con el suelo, agua dulce o salada.