Familiares de José Ángel de Jesús Encinas, el guardia civil talaverano asesinado por ETA el 20 de agosto del año 2000 en Sallent de Gállego (Huesca), se han desplazado a esta localidad oscense, como cada año, para asistir al homenaje que desde entonces se le tributa.
José Ángel de Jesús Encinas tenía 22 años cuando fue asesinado por la banda en agosto de 2000 junto a su compañera Irene Fernández Perea, al explosionar la bomba-lapa que los terroristas habían colocado en los bajos de un vehículo del cuerpo en la plaza de Sallent de Gállego, junto al cuartel.
Dieciocho años después de la muerte de su hijo, el padre del agente, José de Jesús, ha indicado hoy a Efe que la familia sobrelleva lo que pasó “como una enfermedad crónica, todos los días con el mismo dolor y con la misma incertidumbre”.
José Ángel tendría ahora 40 años “y podría estar casado, con hijos y nosotros con nietos”, ha señalado su padre, quien ha lamentado que cuando fue asesinado “tenía todo el tiempo del mundo por delante, con muchos proyectos personales y profesionales”.
A las 12:30 horas de esta mañana se ha oficiado una misa en Sallent de Gállego, que ha dado paso a una ofrenda floral en la plaza donde tuvo lugar el atentado.
Cada año, la familia del guardia civil talaverano fleta un autobús desde Talavera de la Reina para que los familiares y amigos que quieran puedan acompañarles hasta Sallent de Gállego.
Mañana, jueves, ya de regreso en Talavera de la Reina habrá otro oficio religioso en recuerdo de José Ángel en la capilla del convento de las Bernardas.
José Ángel de Jesús Encinas era un gran deportista y desde 2004 hay un polideportivo en Talavera que lleva su nombre, conocido popularmente con las iniciales del agente, JAJE.