El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y los presidentes de Asturias, Aragón, Castilla y León, Galicia y La Rioja han acordado este lunes reclamar al Estado un nuevo sistema de financiación autonómica que, tal y como ha subrayado el jefe del Ejecutivo autonómico, debe basarse en la igualdad de oportunidades de todos los ciudadanos en el acceso a la educación, la sanidad y los servicios sociales y en el derecho de estos a tenerlos “a la misma distancia o el mismo tiempo”.
Así lo ha asegurado el presidente del Ejecutivo regional tras la reunión que este lunes se ha celebrado en Zaragoza y en la que las comunidades autónomas de Aragón, Asturias, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Galicia y La Rioja han firmado una declaración conjunta sobre el debate en torno a un nuevo sistema de financiación autonómica.
El presidente de Castilla-La Mancha ha apuntado que esta reivindicación, compartida por las seis regiones que han rubricado el documento, es “de sentido común” al mismo tiempo que ha rechazado que este debate pueda “dejarse escondido en un cajón” o pueda “quedarse olvidado”, ya que del mismo “dependen muchas cosas”, entre ellos servicios fundamentales que prestan las comunidades autónomas a los ciudadanos.
Del mismo modo, García-Page, junto al resto de presidentes autonómicos, ha defendido que “lo que afecta a todos, lo decidimos entre todos” y ha rechazado que pueda haber diecisiete regímenes bilaterales en el diseño de un sistema de financiación autonómica. “El planteamiento”, ha abundado el presidente regional, “es multilateral y la financiación también”.
En este sentido, ha asegurado, las seis regiones que han suscrito este lunes el acuerdo de Zaragoza “queremos ayudar al Estado” para que no se entienda “que los problemas del país son entre el Gobierno y alguna fuerza independentista que barre para lo suyo”.
Despoblación
El presidente del Ejecutivo autonómico ha trasladado, además, como parte de la declaración institucional conjunta que se ha firmado este lunes en Zaragoza, la necesidad de reclamar al Estado la puesta en marcha de una estrategia nacional contra la despoblación y la dispersión geográfica y que este, a su vez, exija a la Unión Europea políticas y soluciones concretas al respecto.
“El territorio tiene que pesar en el reparto de financiación”, ha argumentado García-Page, quien ha remarcado que “hay que prestar los servicios públicos a la gente y donde está la gente” porque, de no ser así, “la factura del despoblamiento para el Estado es enorme”, además.
“En Europa hay cada vez más concentración urbana y espacios más importantes con menos población”, ha reflexionado el presidente de Castilla-La Mancha, quien también ha recordado las migraciones que se han producido a lo largo de la historia reciente de España de unas regiones a otras.