El Atlético Albacete se ha convertido en el último equipo que ha hecho doblar la rodilla al CD Toledo y lo ha hecho en el Salto del Caballo, un campo que ha logrado juntar en la tarde de este viernes festivo a unos 1.500 espectadores. Una afición que, al final del choque y cuando el marcador reflejaba el definitivo 2-3 a favor de los visitantes, han manifestado sus protestas tanto a los dirigentes del club como a los jugadores.
Parecía que la jornada iba a ser propicia para los verdes, pues ya a los dos minutos de juego el CD Toledo se adelantó en el marcador por medio de Rubén Moreno, el hombre que más gol tiene en esta plantilla. Aquí comenzó a escribirse la historia de una contienda en la que reinaron las ocasiones de gol y en la que fue determinante la emboscada que los manchegos colocaron a los capitalinos en el centro del campo.
Y es que el filial albacetense se hizo con el medio campo y supo hacer jugar a la contra a sus delanteros. Así, a los veinte minutos, Yamil empató el choque y a la hora de juego Alvarito adelantó por primera vez a la escuadra visitante. Uno de los muchos arreones de orgullo que propició el Toledo a lo largo del choque hizo que Manu Gavilán empatara, pero fue Miguel -en el minuto 83- el que estableció el resultado definitivo de 2-3.
Lesión y expulsión
El Toledo, además de la derrota, cosechó la lesión de Álex Pérez y la expulsión de Cifu, aunque el colegiado Cuesta García-Muñoz debería de haber sancionado al técnico Fran Cano, que fue el que empujó a un contrario porque quería retardar un saque de banda. Y es que la contienda casi finaliza en tangana, pues el visitante Isma –en una acción que no percibió el colegiado- también agredió a Acuña.
En fin, una nueva derrota que muestra las carencias defensivas de un CD Toledo que aún no ha comenzado a funcionar y que esta tarde ha hecho que se impaciente la afición. Aún hay tiempo para arreglar este desaguisado.