El consejero de Hacienda y Administraciones Públicas de Castilla-La Mancha, Juan Alfonso Ruiz Molina, ha dicho hoy que discrepa “enormemente” con la distribución de las inversiones del Estado en las comunidades autónomas recogidas en el proyecto de presupuestos para 2019 presentado ayer.
En una rueda de prensa y a preguntas de los periodistas sobre el proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para 2019, Ruiz Molina ha dicho que ve “con preocupación la distribución de las inversiones por territorio porque se ha tenido en cuenta el peso del PIB y la población , es decir, la renta per capita”, en lugar de priorizar la convergencia y la cohesión.
Parece ser, ha indicado, que las inversiones “se han repartido de forma directamente proporcional a esa riqueza relativa”, algo con lo que discrepa porque, según ha defendido, las inversiones “tienen que hacerse con un criterio de convergencia y cohesión y, en consecuencia, distribuirse no en función de la riqueza de cada territorio sino de forma inversamente proporcional a esa riqueza, priorizando que el presupuesto se pueda convertir en un instrumento de convergencia y cohesión”.
Perjuicio
Ha lamentado que, “si solamente se tiene en cuenta la riqueza, y no la superficie, habrá regiones que verán perjudicadas sus necesidades de inversión en los Presupuestos Generales del Estado”.
Para el consejero castellano-manchego, esta política que intentó explicar ayer la ministra de Hacienda “contradice la política de la Unión Europea, donde los fondos de cohesión y el fondo europeo de desarrollo regional se distribuye de forma inversamente proporcional a la renta per capita de los habitantes de las diferentes regiones”.
Ha insistido en que disiente de esa distribución, si bien, ha precisado, “para Castilla-La Mancha supone un incremento del 8 %, superior al PIB y a la población que representa” en el conjunto del país, y también ha destacado que el presupuesto priorice el gasto social, que representa el 56 % del total de gasto no financiero, lo que ha valorado.