El Plan Regional contra la Pobreza Energética ha beneficiado a más de 22.000 castellanomanchegos en 2018, de los cuales unos 10.000 son menores en situación de vulnerabilidad, y ha logrado paralizar 643 cortes de suministro energético.
Así lo ha dado a conocer este jueves la consejera de Bienestar Social, Aurelia Sánchez, en una rueda de prensa tras la firma del cuarto convenio de colaboración con Cruz Roja para el desarrollo del Plan contra la Pobreza Energética.
Asimismo, ha ofrecido los datos acumulados de los tres años desde la puesta en marcha del plan en 2016, que arrojan un número de beneficiarios superior a los 76.000, de los cuales 35.000 son menores de edad, además de 1.577 paralizaciones de corte de suministro energético o reposiciones en menos de 24 horas.
La responsable regional de Bienestar Social ha destacado que el Plan de Pobreza Energética fue “pionero, novedoso y oportuno” ante la realidad “trágica” que vivían miles de familias en la región que tenían dificultades para afrontar las necesidades básicas.
No obstante, durante los tres años de funcionamiento el plan no solo ha beneficiado a familias en situación severa de pobreza, sino también a personas que viven solas y que también sufren dificultades, en concreto 649 casos el pasado año, un 10 por ciento del total de beneficiarios.
En este sentido, Aurelia Sánchez ha indicado que el plan ha ido introduciendo cambios año tras año, ya que en un principio se puso en marcha para atender a familias con hijos menores de 16 años, pero cada año se ha ampliado el perfil de usuarios así como las ayudas, que empezaron siendo una de 150 euros al año para pasar después a dos anuales de la misma cuantía.
La novedad
El cuarto convenio entre la Junta de Comunidades y Cruz Rojas incluye como novedad la puesta en marcha de actividades formativas de ahorro energético en los hogares dirigidas a los profesionales de servicios sociales para que puedan apoyar a las familias en la mejora de la eficiencia energética y minimizar el coste de los suministros.
“No solamente hay que ayudar a las familias sino también trabajar en la prevención”, ha resaltado Sánchez.
En cuanto a la colaboración de Cruz Roja, ha subrayado que ha supuesto que las ayudas se hayan tramitado de forma más “rápida, fácil y ágil”, respetando en todo momento la confidencialidad de los usuarios.
En la misma línea, el presidente regional de Cruz Roja, Jesús Esteban, ha hecho hincapié en la importancia de la colaboración entre instituciones, lo que ha llevado -ha dicho- a que las ayudas para la pobreza energética lleguen a los beneficiarios en dos días.
A su modo de ver, el convenio está funcionando “muy bien” y además ha permitido que las familias que tramitan estas ayudas puedan conocer y participar en otros programas de Cruz Roja como el plan de empleo o el de promoción del éxito escolar para los niños.