El FS Talavera se ha hecho con los servicios de uno de los más talentosos y jóvenes jugadores del panorama nacional que esta pasada temporada cumplía su ciclo dentro de la categoría Juvenil y que, por lo tanto, esta campaña 2019 – 2020 se estrenará dentro de la categoría absoluta.
El futbolista en cuestión es Manuel Cebrián Romero, más conocido como Manu Cebrián, un joven jugador con los 19 años recién cumplidos y que viene de una de las mayores y mejores canteras del fútbol sala nacional como es la Unión Deportiva Las Rozas Boadilla.
El madrileño ha desarrollado toda su carrera allí, desde alevines hasta un Juvenil de División de Honor con el que se convirtió en una de las referencias ofensivas. Y si no que se lo digan a los juveniles del conjunto cerámico, que ya le ‘sufrieron’ este pasado curso, tanto en el Primero de Mayo como en tierras madrileñas.
Precisamente en el pabellón talaverano le pudimos conocer antes, pues formaría parte del combinado nacional Sub’17 que se midió en doble confrontación a Portugal y ahí ya el pívot madrileño destacaba entre sus compañeros por sus virtudes en el juego de espaldas y, también, por ser un futbolista con la portería rival entre ceja y ceja.
Estreno en Segunda División
El propio Manu Cebrián se define de la siguiente manera: “Siempre me ha gustado jugar arriba, en posición de pívot. Tengo facilidad para girarme gracias a mi corpulencia y facilidad a la hora de hacer gol. Me considero un jugador de equipo que se involucra con los demás compañeros y hace compañerismo para conseguir entre todos los objetivos del equipo”.
A pesar de que será su estreno en la Segunda División, el madrileño cuenta con tablas: “Por suerte, y también porque me lo he trabajado, he podido disputar algunos partidos con la Selección Española. Representar a tu país es algo muy bonito y que me ha dado mucha experiencia para afrontar este reto con la máxima ilusión posible”.
Preguntado sobre cómo ve esta categoría, el futbolista comenta que “pienso que cada partido será una lucha, se antoja una competición muy complicada. Hay que trabajar desde el primer día todos juntos para conseguir los objetivos que nos marquemos a principio. Debemos competir todos los partidos, para conseguir siempre el mejor resultado que se pueda”.
El pívot lucirá un dorsal que para él tiene un encanto especial como es el 27 y lo hará en una pista que ya le ha visto jugar y marcar goles: “Este es un pabellón muy bonito, ya he tenido la oportunidad de poder disputar aquí algunos partidos, tanto con mi anterior equipo como con la selección española. Es un pabellón que a simple vista impresiona y que es precioso jugar aquí”.