En el marco de la operación Chicho, la Guardia Civil ha desarticulado una banda especializada en el robo de vehículos de alta gama que operaba en las provincias de Toledo, Madrid, Ciudad Real y Cuenca.
En el transcurso de la operación han sido detenidas ocho personas, seis hombres y dos mujeres-, a los que se les imputan un total de 22 delitos por pertenencia a organización criminal, robo con fuerza en las cosas, estafa o falsificación de documento público.
También se les considera autores del delito de atentado contra la autoridad y sus agentes, por intentar atropellar a un guardia civil que les descubrió in fraganti durante un robo en una gasolinera de la localidad de Olías del Rey. Precisamente en esta estación de servicio, llegaron a actuar con el rostro cubierto hasta en tres ocasiones diferentes, en un mismo día.
En los nueve registros practicados, la Guardia Civil ha encontrado cuatro plantaciones indoor con 350 plantas de marihuana y 10 kilos de cogollos. La banda se financiaba con la venta de esta droga, con la que podrían haber ganado más de 800.000 euros.
Medios técnicos punteros
La banda desarticulada se valía de medios técnicos muy avanzados para ejecutar los robos de los vehículos, instrumentos como centralitas de arranque o inhibidores de frecuencia.
Una vez sustraídos, los ocultaban en garajes donde ellos vivían o en una nave ubicada en un polígono industrial de Illescas (Toledo), donde también realizaban las falsificaciones de las matrículas, doblándolas por otras de vehículos de similares características.
Realizados ya los cambios en los vehículos, los detenidos los utilizaban en su vida cotidiana, cometían otros hechos delictivos con ellos, o bien los desguazaban para venderlos por piezas.
En los registros llevados a cabo en las provincias de Toledo y Madrid, la Guardia Civil ha podido recuperar dos turismos y dos motocicletas que la banda había robado. También han incautado varias centralitas de arranque de vehículos de alta gama, material con el que falsificaban las matrículas y numerosos teléfonos móviles.
La investigación está a cargo del Grupo de Patrimonio de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Toledo.