El Gobierno de Castilla-La Mancha sigue priorizando la atención a las víctimas de género, aún en una situación excepcional como la actual causada por el COVID-19: ‘No estás sola!.
Así, las 24 horas del día seguirá funcionando el teléfono regional de atención a las víctimas de violencia de género, el 900 100 114, que complementa el nacional 016.
Para el Gobierno regional las mujeres víctimas de violencia de género son una prioridad absoluta y atenderá para que ninguna quede desprotegida en Castilla-La Mancha por las circunstancias actuales.
En la región y en sus cinco provincias hay 14 recursos de acogida, con plazas libres para ingresos de urgencia, que siguen funcionando con normalidad, ahora con un protocolo de medidas de prevención contra el coronavirus que tramita el Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha en coordinación con la Dirección General de Salud Pública.
Los servicios centrales del Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha trabajan incluso presencialmente presencialmente para garantizar la derivación de las víctimas al recurso correspondiente así como para tramitar su ingreso.
También se está trabajando en las delegaciones provinciales de la Consejería de Igualdad.
Centros de la Mujer y teléfono para las víctimas
Respecto a los centros de la mujer, que son gestionados por las entidades locales, en su mayoría, y por organizaciones sin ánimo de lucro, el Gobierno de Castilla-La Mancha remitió una instrucción para que se sigan las medidas pautadas por cada una de estas entidades pero siempre que se garantice la atención a estas mujeres.
Cabe recordar que en aplicación de la orden 32/2020 de 14 de marzo de la Consejería de Sanidad por la que se adoptan medidas preventivas de Salud Pública como consecuencia de la evolución epidemiológica del coronavirus, se instó a la entidad responsable de cada uno de los 84 centros de mujeres que hay en Castilla-La Mancha a que interrumpan las consultas presenciales y se garantice su sustitución por atenciones telefónicas o telemáticas.
Por lo tanto, como mínimo, una persona permanece de guardia en estos centros para atender el teléfono y las posibles consultas de mujeres víctimas de violencia de género en situación de urgencia, todo ello dentro del horario habitual de dicho centro.