El Día de Castila-La Mancha, el 31 de mayo, será un día de duelo oficial por las víctimas del coronavirus, por lo que no habrá grandes fastos como en ocasiones anteriores sino que el de este año será un acto sencillo y sentido de homenaje a los afectados y al personal esencial que ha estado “en primera línea” batallando contra el virus.
La consejera de Igualdad y portavoz del ejecutivo regional, Blanca Fernández, ha comparecido en rueda de prensa telemática tras la reunión del Consejo de Gobierno y ha explicado que al acto institucional del Día de la Región ni siquiera asistirá todo el gobierno, sino que estarán presentes una veintena de personas para cumplir con las medidas de seguridad frente al contagio del coronavirus.
“Corazones de luto”
Para expresar el duelo de la región, el acto empezará con un izado de banderas a media asta, “que es lo que sienten nuestros corazones que están de luto”, ha dicho Fernández, quien ha explicado que asimismo se rendirá homenaje, además de a las víctimas y familiares, a personal sanitario, de limpieza, los cuerpos y fuerzas de seguridad, a quienes han llevado comida y medicinas a lugares recónditos durante el confinamiento, a los que han cuidado de las personas mayores, a los transportistas y a los agricultores, a todo el personal que ha sido imprescindible durante la pandemia.
Gracias a todas estas personas, ha resaltado Fernández, “hemos podido educar a nuestros hijos y alimentarnos”, son labores que siempre son esenciales y en estos días han demostrado ser más esenciales.