El Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha ha aprobado este martes un contrato de emergencia, por un importe de 100.000 euros, para la ampliación del recurso extraordinario de acogida para víctimas de violencia de género y sus hijos que se puso en marcha el 22 de marzo con motivo de la pandemia por Covid-19.
En una rueda de prensa telemática posterior al Consejo de Gobierno, la consejera de Igualdad, Blanca Fernández, ha explicado que estos 100.000 euros se suman a los 50.000 iniciales que se destinaron a este nuevo recurso con la finalidad de duplicar el número de plazas y prolongar su funcionamiento más allá del estado de alarma.
El objetivo, ha dicho, es poder atender el impacto “nocivo y nefasto” que ha tenido el confinamiento entre mujeres víctimas de violencia machista y menores a su cargo, que tuvieron que abandonar su casa y acudir al recurso de acogida para poder “preservar la salud y la vida”.
“Ninguna mujer desamparada”
Fernández ha manifestado que “ninguna mujer que sea víctima de violencia de género se puede sentir sola ni quedar desamparada”, para lo que ha asegurado que el Gobierno regional está dispuesto a hacer “todos los esfuerzos” para amparar a estas personas en situación de “extrema vulnerabilidad”.
Para ello, ha recordado que este recurso, al igual que el resto con los que cuenta la comunidad autónoma en este ámbito, no solo ofrece una solución habitacional sino que también trabaja en rehabilitación psicológica, secuelas emocionales y recuperación de las víctimas e hijos que, además, pueden acceder a ayudas de hasta 6.000 euros para su salida.
Los 150.000 euros en total que ha destinado la Junta de Comunidades a este recurso extraordinario de acogida “no son nada si sirven para darles una oportunidad a quienes hoy son víctimas y queremos que mañana sean supervivientes y así se vean”, ha resaltado la titular regional de Igualdad, quien ha informado de que en la actualidad hay 85 mujeres y 73 niños en recursos de acogida de Castilla-La Mancha.