Los dos acusados como supuestos responsables del atropello mortal que el pasado 6 de octubre costó la vida en Ávila al toledano José Echevarría, de 20 años, han negado este miércoles durante el juicio ser los conductores de los dos vehículos implicados en el siniestro.
Tanto J.E.M.M., de 29 años, como J.M.S., de 22, que cuando fueron detenidos se negaron a declarar en varias ocasiones y que hoy solo han contestado a las preguntas de su abogado, han calcado sus declaraciones al rechazar su participación en los hechos e indicar que sí eran los propietarios de los dos coches, aunque en el momento del suceso eran conducidos por familiares de ambos.
“El Código Penal no me obliga a decirlo”, han respondido los dos jóvenes acusados, que desde su detención días después de los hechos tras personarse en dependencias policiales, permanecen en prisión provisional en el Centro Penitenciario de Segovia.
Los acusados han aparecido esposados en la sala de vistas, donde se encontraba el padre del joven atropellado, junto a varios familiares, que en varios momentos de la vista oral no han podido contener las lágrimas al escuchar el relato de los hechos.
En el exterior del edifico de los Juzgados de Ávila se ha desplegado desde primera hora de la mañana un fuerte dispositivo policial, que también ha continuado en el interior de la Sala de lo Penal, habilitada para la ocasión con las debidas medidas de seguridad, junto a otra sala en la que se encontraban familiares de los acusados y periodistas.
La fiscalía solicita seis años y medio de cárcel para los acusados, como supuestos responsables del atropello que causó la muerte a José Echevarría en la madrugada del 6 de octubre de 2019, cuando el joven toledano, que estudiaba segundo de enfermería en el UCAV, atravesaba un paso de peatones.
El ministerio público acusa a J.E.M.M. y J.M.S. de un delito de homicidio por imprudencia grave, otro de conducción temeraria y un tercero de abandono del lugar en el que tuvieron lugar los hechos, a la altura del número 24 de la calle Capitán Peñas, a las 3.39 horas de la madrugada.
Es la misma pena que solicita la acusación particular, mientras que la defensa pide la absolución de sus defendidos y los abogados del Consorcio de Compensación de Seguros y de la compañía aseguradora de uno de los coches no han participado en la vista, tras haber abonado la mitad de los 180.000 euros en concepto de responsabilidad civil, según ha explicado el fiscal, Óscar Barrios.
Tras la declaración de los acusados rechazando su participación en los hechos, la médico forense encargada de realizar el informe, ha confirmado que la autopsia demuestra que la muerte de José Echevarría fue causada por “múltiples fracturas” y “pérdida total y absoluta de la masa encefálica”, como consecuencia del “aplastamiento de la cabeza con una rueda sobre el asfalto”.
Los familiares no han podido contener las lágrimas al escuchar este relato de la autopsia, que demostró que el joven toledano “no tenía restos de haber consumido drogas” ni de “ninguna sustancia”.
Los testigos
El resto de los testigos de esta primera jornada, que han dicho no haber podido reconocer a los conductores en aquel momento, han prestado declaración tras un biombo, para no poder ser vistos por los acusados, que entre declaración y declaración, se han ausentado a una sala conjunta para que no pudieran verles.
Todos ellos han coincidido en señalar que los dos coches transitaban por la zona “a mucha velocidad” en una calle de un solo sentido, en la que no respetaron la señal de ceda el paso existente en el cruce situado unos metros antes del lugar del impacto, ni el paso de cebra.
Una de las testigos transitaba en ese momento en la zona, junto a su hija, y vio cómo José Echevarría “puso el pie en el paso de peatones”, siendo arrollado por un coche que transitaba “a mucha velocidad” y que “no paró ni respetó las señales”.
Esta mujer ha asegurado que el joven “saltó por los aires” tras recibir el impacto del primer vehículo, que “le volteó con el parabrisas y cayó hacia adelante, pasándole por encima”, sin que el conductor hiciera “ningún amago de parar, para nada”.
Asimismo, ha señalado que “los dos coches iban a mucha velocidad” y que el segundo “también pasó por encima del chico”.
Otros tres testigos que se encontraban a las puertas de un local situado en esa misma calle, han declarado no haber visto de forma directa lo sucedido, pero sí haber escuchado un fuerte impacto y cómo dos vehículos circulaban “muy deprisa”.
Por su parte, otro testigo ha dicho haber ejercicio de “intermediario” entre la Policía y las familias de los acusados para que se entregaran, antes de haber negado su participación en el traslado de uno de los vehículos implicados a Escalona (Toledo), aunque según el abogado de la acusación particular fue grabado en ese momento.
Un policía Local ha relatado cómo encontraron al día siguiente en la calle Camino del Gansino un BMW aparcado -uno de los implicados- con “un fuerte impacto en la parte superior derecha de la luna delantera”, donde se apreciaban “restos de pelos”, mientras las dos ventanillas delanteras se encontraban bajadas y con un retrovisor “descolgado, dentro del habitáculo”.
El juicio concluirá el viernes con las declaraciones de agentes de la Policía Local y de la Policía Nacional que realizaron labores de peritaje, así como los agentes del Equipo de Reconstrucción de Accidentes de Tráfico (ERAT) de la Guardia Civil que reconstruyeron cómo se produjo el suceso.