La estrategia de Inversión Territorial Integrada (ITI) de Castilla-La Mancha, de discriminación positiva en zonas especialmente afectadas por la despoblación, ha permitido la puesta en marcha de 120 convocatorias, por valor de 876 millones de euros, de los que, hasta el momento, se han ejecutado 160 millones.
Así lo ha puesto de manifiesto en una rueda de prensa el vicepresidente de la Junta, José Luis Martínez Guijarro, tras presidir, este lunes, el Comité de Planificación, Coordinación y Seguimiento de la ITI Castilla-La Mancha.
Martínez Guijarro ha explicado que 632 municipios de la comunidad autónoma están en territorio ITI, estrategia que surgió en el año 2016 para favorecer a las zonas más afectadas por la despoblación en el reparto de fondos, principalmente de carácter europeo.
Desde entonces, ha continuado, se han realizado 120 convocatorias, por importe de 876 millones de euros, que incorporan una discriminación positiva hacia estas localidades.
Del total, 111 son subvenciones de carácter ordinario, que suman 758 millones, y las nueve restantes, expresiones de interés, por 117 millones, las cuales se han ejecutado al 72 %.
El vicepresidente de Castilla-La Mancha ha precisado que, con ellas, se ha llegado a 7.700 beneficiarios en 527 de esos 632 municipios y ha hecho hincapié en la valoración que se ha recibido por parte de las autoridades europeas.
“Una referencia”
En concreto, ha dicho que el informe correspondiente al periodo 2014-2020 señala que la ITI de Castilla-La Mancha puede considerarse “una referencia”, lo cual ha considerado “un espaldarazo a la decisión de coordinar los fondos estructurales para luchar contra el despoblamiento”.
También ha incidido en que esta forma de actuar se va a incorporar a ley de medidas frente a la despoblación en la que está trabajando el Ejecutivo autonómico, cuyo proceso de participación ciudadana estará abierto hasta mediados de octubre.
A preguntas de los periodistas sobre el centenar de municipios a los que no han llegado estos fondos, Martínez Guijarro ha indicado que “no ha habido solicitudes” y que una de las principales dificultades ha sido “la poca capacidad técnica de los ayuntamientos y la escasa presencia de tejido empresarial en estas zonas”, ya que se trata de entidades locales “muy pequeñas”.
Si bien, ha añadido que se está realizando un análisis al respecto para ver de qué forma se puede mejorar.
Preguntado también por cómo ha influido la crisis del coronavirus en estas localidades, ha asegurado que la pandemia ha cambiado la percepción que se tenía de estos territorios, que este verano han recibido una “verdadera avalancha” de ciudadanos.
A su juicio, esto puede convertirse en “una oportunidad”, ya que los pueblos han mejorado mucho su imagen, de ahí la necesidad de trabajar para que los fondos europeos de recuperación se destinen a resolver problemas estructurales, como la brecha digital o la rehabilitación de viviendas, para hacer de estas zonas “un atractivo”.