Este lunes se han incinerado los restos del Florencio Alonso Blanco, uno de aquellos militantes que iniciaron la revolución contra Pablo Tello, una operación que marcó la vida del PSOE de Talavera. Curiosamente, Alonso fue, en un principio, uno de los hombres de confianza del también fallecido alcalde.
Fue el padre de Florencio, Félix Alonso, el que presentó a su hijo a la Agrupación Socialista de Talavera cuando era un joven abogado. Debutó en la vida política, después de hacer sus pinitos en UGT, como secretario particular de la Alcaldía, sustituyendo a un Julio Fernández Mato, que dejó el puesto para acceder al de concejal tras culminarse una de las muchas dimisiones que se produjeron en la candidatura socialista que se presentó a las primeras elecciones locales que se celebraron tras la llegada de la democracia.
En la siguiente legislatura, del 1983 al 1987, Florencio Alonso se convirtió en el hombre fuerte de un Gobierno socialista que consiguió obtener dieciséis concejales. Una abrumadora mayoría que catapultó a un Tello que muy pronto se convirtió a un enemigo a batir. Tello, además de ser el alcalde de la Talavera era el hombre fuerte de la Agrupación Socialista y eso que nunca fue secretario general.
Por aquel entonces el partido tenía mucha vida y la Agrupación era mucho más significativa que la de Toledo. Es más, la Agrupación Socialista de Talavera hasta tuvo que aportar económicamente para que se construyera la sede toledana de Santa María la Blanca. Pero todo no iba a ser de color de rosas. Se inició la revolución interior que estuvo liderada por algunos concejales como el propio Alonso, Isidro Flores, Pedro Colado, Víctor García Galán y otros militantes históricos.
Un movimiento que acabó con la renovación del partido a nivel regional, provincial y local. En las siguientes elecciones municipales, el PSOE –que presentó a Tello como candidato- fue la lista más votada, pero el tripartito PP-CDS-IU hizo alcalde a Luis Antonio González Madrid, que solo duró dos años en el puesto porque el PSOE lo recuperó tras una moción de censura.
Una moción que triunfó gracias al apoyo de un Pablo Tello que ya figuraba como edil no adscrito y que hizo que Javier Corrochano fuera el alcalde. Tello, ya fuera del PSOE, fundó Actal y fue capital en el Gobierno del popular Florentino Carriches.
Al mismo tiempo, Florencio Alonso –que ya se había convertido en el primer diputado regional de Talavera-, también fue el primer cargo talaverano en la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha al ejercer de delegado provincial de Política Territorial. Dos años después, fue sustituido por otro talaverano: Tirso Lumbreras.
Y aquí finalizó la vida política de un Alonso que, hasta su muerte este domingo, ha continuado en el PSOE talaverano como militante de base.
Un debate marcado por la pandemia
Aún suenan los ecos del Debate sobre el Estado de la Región. Una refriega política que ha estado marcada por la pandemia y durante la cual, el presidente Emiliano García-Page reconoció que en esta etapa había pensado muchas veces en dejar la política porque, tal y como aireó, es un penoso momento para gobernar.
Quizá por esto, García-Page pidió encarecidamente ayuda a la oposición. Una ayuda que sí le prometió Cs, pero le negó el PP. Fue un debate en el que el presidente habló mucho más en clave regional que Paco Núñez y Carmen Picazo. Y es que mientras Núñez y Picazo esbozaron los objetivos de sus correspondientes formaciones a nivel nacional, García-Page hizo gala de su independencia respecto a los planteamientos de Pedro Sánchez y se mostró comprometido con Castilla-La Mancha.
Por lo demás, se notó la experiencia política del presidente, la bisoñez de Núñez y ese quiero y no puedo de Cs.
La renovación del PP en Talavera
Los malos resultados electorales cosechados por el Partido Popular le obliga a mover el banquillo, como le gusta decir al amigo Guillermo Muñoz Flores. Ahora llegan los congresos a todos los niveles. Parece asentado el actual presidente regional, Paco Núñez, veremos quién ocupa la presidencia provincial y los cambios que se den en las locales.
No debe haber problema para que el talaverano José Julián Gregorio repita como responsable provincial del partido, aunque igual también se tiene que comprometer a ser el candidato a la Alcadía de la Ciudad de la Cerámica, un plato que, por el momento, gusta a muy pocos. No obstante, si el PP no consigue un mirlo blanco, Gregorio parece que tendrá que apechugar.
Dicen el seno del partido conservador que el exalcalde Jaime Alberto Ramos tiene un candidato en mente. Y no es otro que su compañero de caminatas José Luis Muelas, exalcalde de Gamonal y exconcejal de Festejos y Cultura del Ayuntamiento de Talavera. Claro, que otros militantes opinan que Ramos ya no es quien era y no está para cristalizar muchas solicitudes porque su tiempo ya pasó. Pero en política no se pueden echar cuentas.