Castilla-La Mancha “abrirá la mano” del 23 de diciembre al 6 de enero y permitirá la entrada y salida de la comunidad autónoma para visitar a familiares o allegados, pero dará “marcha atrás” si los datos empeoran.
Así lo ha advertido el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, en una rueda de prensa en la que ha informado de que el Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha ha aprobado este martes el decreto que recoge las tres principales características de limitaciones en fechas navideñas.
Respecto a las restricciones de movilidad, ha explicado que entre el 23 de diciembre y el 6 enero Castilla-La Mancha hará efectiva la limitación de entrada y salida de la comunidad autónoma, salvo para desplazamientos por alguno de los motivos previstos en el decreto del estado de alarma: estudios, trabajo o visita a un familiar enfermo, a lo que se une la posibilidad de viajar para visitar a un familiar o allegado.
En cuanto a las reuniones entre familiares y allegados, ha especificado que los días 24, 25 y 31 de diciembre y el 1 de enero se podrán celebrar encuentros de un máximo de diez personas que no sean convivientes -menores incluidos-, aunque si los convivientes fuesen más de diez, también se pueden reunir.
En este punto, ha llamado a la prudencia y ha recomendado que, como mucho, sean de dos burbujas para que, en caso de transmisión, ésta sea la menor posible.
Y sobre limitaciones horarias, ha detallado que los días de Nochebuena y Nochevieja el toque de queda, fijado de 0.00 a 06.00 horas, se amplía hasta las 01.30 horas.
En cualquier caso, ha destacado la necesidad de tener en cuenta “las 6M”: uso de la mascarilla el máximo tiempo posible, lavado de manos frecuente, distancia de seguridad (metros), maximizar la ventilación, minimizar el número de contactos y “me quedo en casa si tengo el mínimo síntoma”.
El titular de Sanidad también ha señalado que en Castilla-La Mancha no se pedirá justificante, ya que “confiamos en la responsabilidad de la gente”.
Y, a preguntas de los periodistas sobre cuáles serían los datos que harían dar marcha atrás respecto a estas medidas, ha dicho que entre el 30 y el 40 % de la región estuviese por encima de los 250 caso por cien mil habitantes y que las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) estén al 35 % y las camas convencionales por encima del 25 %.
En este sentido, ha recordado que en la actualidad el 97 % de la comunidad autónoma se encuentra en nivel 2, por debajo de los 150 casos por cien mil habitantes, lo que la sitúa en “riesgo medio-bajo” en cuanto a datos de incidencia acumulada, pero “alto” en la utilización de camas de hospitalización (10 %) y UCI (21%).
Residencias de mayores
En cuanto a las residencias de mayores, ha precisado que las visitas seguirán prohibidas, pero sí se permitirán salidas de los usuarios entre el 23 y el 31 de diciembre, siempre que estén en centros libres de covid-19 en los últimos 14 días.
Además, el residente no debe presentar sospecha de coronavirus y sólo podrá salir a una única vivienda.
La vuelta a la residencia no podrá realizarse antes del 7 de enero y deberá hacerse una prueba PCR a su regreso y mantenerse en aislamiento.
Por otra parte, Fernández Sanz ha enviado un mensaje sobre los test y ha avisado de que “el autodiagnóstico no es válido” y de que “sólo sirven para tranquilizar las conciencias”.
El consejero ha afirmado que un test rápido “no es seguro y si sale negativo no quiere decir que no se tenga la enfermedad”, mientras que los test de antígenos “son más adecuados, pero sólo son útiles si el paciente tiene síntomas”.
Fernández Sanz ha aseverado que esta Navidad será “diferente” y ha hecho un llamamiento a la prudencia y la responsabilidad.