El Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha ha acordado este lunes que el toque de queda se aplique desde las 22.00 horas, el cierre perimetral de todos los municipios de la región, excepto para ir a trabajar, la docencia o actividades esenciales; y el cierre de bares, restaurantes y cafeterías, tanto dentro como fuera del establecimiento, y las grandes superficies excepto aquellas tiendas que vendan productos esenciales.
El presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha informado en una rueda de prensa de estas medidas y en la que ha aseverado que “no tenemos más remedio, no hay alternativa, no tenemos otra opción”.
García-Page ha subrayado que estas medidas se aplicarán, en principio, por un plazo de diez días, y ha confiado en que den resultado que se traduzca en un menor número de contagios, pues ha subrayado que en las zonas donde se han aplicado ya, como en la Gerencia de Atención Integrada de Manzanares, han conllevado un menor número de casos.