Castilla-La Mancha cuenta ya con una población de lince ibérico por encima de los 300 ejemplares, si se tiene en cuenta los cachorros nacidos en el año 2020.
Así lo ha dado a conocer el viceconsejero de Medio Ambiente de la Consejería de Desarrollo Sostenible, Fernando Marchán, quien ha señalado que estos datos se han obtenido a partir del seguimiento que llevan a cabo los agentes medioambientales en el campo, así como la colaboración por parte del personal de las fincas.
Estos seguimientos han permitido establecer tres áreas de presencia estable de este felino amenazado en los Montes de Toledo, Sierra Morena oriental y Sierra Morena occidental.
En estas zonas se han detectado un total de 47 camadas silvestres con al menos 146 cachorros, de los que 69 se ubicarían en los Montes de Toledo, 40 en Sierra Morena oriental y 37 en Sierra Morena occidental.
Actualmente la población en Castilla-La Mancha es de 180 individuos mayores de un año (adultos y juveniles) cifras que estarían por encima de los 300 ejemplares, sumando los cachorros nacidos en 2020.
Marchán ha puesto de manifiesto que estos datos revelan el éxito del primer proyecto ‘Life Iberlince’ para la recuperación de la especie, puesto en marcha hace seis años.
Un programa que tendrá ahora continuidad con el nuevo proyecto europeo ‘Life Lynx Connect’, aprobado en mayo de 2020 por la Comisión Europea, con un presupuesto de más de 18,7 millones de euros que tendrá como objetivo principal conectar las principales áreas de presencia estable de lince ibérico en la Península Ibérica.
Marchán ha asegurado que alcanzar una población autosostenible y genéticamente viable de la especie, aún en peligro de extinción, mediante la conexión de los núcleos existentes, la consolidación de las poblaciones creadas en el proyecto anterior y la disminución de la mortalidad no natural, sobre todo la provocada por los atropellos en vías de comunicación, son los grandes retos de este proyecto.
Sueltas de crías en cautividad
Mientras tanto, continuarán las sueltas de ejemplares procedentes de los centros de cría en cautividad, en total, en 2021 serán 27 ejemplares nacidos en 2020 y seleccionados genéticamente para garantizar la variabilidad en cada una de las zonas de reintroducción los que serán liberados al medio natural.
Diez de ellos lo harán en Castilla-La Mancha: 6 en los Montes de Toledo y 4 en Sierra Morena oriental, donde la pasada semana se liberaron ya los primeros cuatro ejemplares.
En la finca La Escamilla, en el término municipal de Torre Juan Abad, fueron reintroducidos Rajada y Recife, hembra y macho respectivamente, originarios del centro portugués de Silves; mientras que en Polán, en Montes de Toledo, se liberó a Relento y Rebento, dos machos procedentes también de Silves.