El director general de Salud Pública, Juan Camacho, ha señalado este martes que Castilla-La Mancha, en la actualidad, registra “brotecillos” de covid-19 “no gigantescos”, y ha pedido prudencia de cara a la Semana Santa para mantener la estabilidad “razonable” de las últimas semanas.
A preguntas de los periodistas en rueda de prensa, Camacho ha indicado que el brote detectado en el penal de Ocaña (Toledo) está controlado, para los cual la Administración regional envió test la semana pasada, mientras que las zonas de mayor incidencia del virus en la región siguen siendo el Corredor del Henares en Guadalajara y la zona de La Sagra en Toledo.
En este sentido, ha apuntado que estas dos zonas son las que tienen un contacto más estrecho con Madrid, comunidad en la que todavía se registra una incidencia de 110 casos por 100.000 habitantes a siete días mientras que en Castilla-La Mancha la incidencia ha bajado hasta los 32,74 casos.
En cualquier caso, ha recordado que la capacidad de trazabilidad es mayor en reuniones familiares porque se conocen las personas entre las que hay contacto, ya que cuando se produce en espacios compartidos con personas desconocidas es más complejo rastrear el virus.
En este punto, ha pedido prudencia de cara a la Semana Santa para que la crisis sanitaria impacte lo menos posible en la salud de los ciudadanos, aún siendo conscientes -ha recalcado- de que mantener la tensión de las medidas de protección un año después de la pandemia es difícil, si bien ha augurado que “va quedando cada vez menos” porque la vacunación avanza, los ingresos son menores y la incidencia del virus en residencias de mayores es ya casi testimonial.
“Que impacte lo menos posible”
“Todos tenemos en la cabeza qué ocurrió después de las Navidades y durante las mismas, y la Semana Santa no va a ser normal, pero tenemos que intentar que impacte lo menos posible”, ha manifestado Camacho.
Preguntado por si será posible un endurecimiento de las medidas a este respecto, el director general de Salud Pública ha dicho que es posible “si las cifras lo ameritan” y que, por tanto, el Gobierno regional no descarta tomar alguna decisión más intensa en toda la comunidad o en los territorios que lo requieran.
“No nos cerramos a nada, iremos haciendo lo que sea mejor en cada momento, con la mayor proporcionalidad en cuanto a las medidas pero no nos cerramos a nada”, ha insistido.
Con todo, Camacho ha valorado que Castilla-La Mancha mantiene una “razonable estabilidad” en niveles bajos de incidencia durante las últimas tres o cuatro semanas y “considerablemente por debajo de la media nacional”.
No obstante, ha advertido de que “eso no debe servir para estar falsamente tranquilos”, al tiempo que ha destacado la bajada en el número de ingresos durante la última semana como “la mejor de las noticias” porque es el objetivo que se persigue, más allá de la incidencia y el número de casos detectados.