Los aficionados toledanos ya experimentaron en la noche de este martes lo que les espera en la segunda fase de la competición liguera: sufrir. Y buena prueba de ello ha sido el partido en el que el CD Toledo se impuso a una ordenada UB Conquense en el descuento. Eso sí, el técnico local Diego Merino puso su granito de arena al poner en liza una formación con muchos hombres fuera de sus posiciones habituales.
El entrenador verde quiso hacer probaturas ante lo que se le viene encima y a punto estuvo de comenzar la liguilla de ascenso a la Segunda división de la RFEF con menos puntos; pero, al final, partirá con 36, lo que aumentan las ilusiones de ascender. No obstante, los de la Ciudad Encantada mostraron en el Salto del Caballo que conocían a la perfección a la escuadra capitalina.
Así, los conquenses muy bien plantados sobre el terreno de juego, impidieron en muchas fases del partido que el Toledo saliera con el balón jugado. Pese a todo, los locales se adelantaron en el marcador nada más cumplirse el cuarto de hora y lo hicieron por medio de un cabezazo de Mansour. De aquí hasta el descanso se produjeron otras ocasiones de gol que Rodri, Álex Martín y Leo Blázquez desperdiciaron.
Cambio de sistema
Tras la reanudación se notó la experiencia de técnico visitante Jordi Fábregat, pues cambió el sistema de juego y paso a defender con tres centrales y dos carrileros largos. El movimiento desconcertó al Toledo, no supo romper el esquema y cayó en las redes conquenses. El eventual empate se produjo a diez minutos del final. Lo consiguió Ibra al aprovecharse de un mal rechace del cancerbero Olmedo.
La desilusión de apoderó del graderío y todo hacía presagiar que las tablas serían el resultado definitivo, pero Osama –en el descuento- anotó y el CD Toledo se llevó el triunfo y tres puntos de oro para la competición que se inicia ahora y marcará el inminente futuro del club.