La Confederación Estatal de Sindicatos Médicos de Castilla-La Mancha (CESM), mayoritario de los facultativos en la región, ha condenado el nuevo intento de agresión a un sanitario, en este caso, una facultativa de Atención Primaria que el pasado viernes fue amenazada por una multitud de personas, en el Centro de Salud La Estación de Talavera.
En nota de prensa, CESM señala que “no somos los médicos quienes debemos protegernos a nosotros mismos de estas agresiones sino que debe ser nuestra empresa, en este caso el SESCAM, quien adopte las medidas necesarias para evitar estas situaciones” y al que pide que se persone y denuncie de oficio ante los tribunales aunque haya sido una agresión verbal.
En cuanto al último caso, la nota recoge que “el déficit de recursos humanos (sanitarios, celadores o administrativos) y materiales (líneas telefónicas), así como la mayor carga de trabajo a la que ha llevado la pandemia no son responsabilidad de los profesionales, los gestores sanitarios deben informar a la población de esta nueva situación, para que el usuario no culpe al profesional de las demoras en recibir la asistencia esperada”.
Por todo ello, y “por enésima vez”, exigen un Plan de Prevención de Agresiones a Sanitarios dotado económicamente para implementar tanto los recursos humanos como los medios de seguridad en los centros de salud y hospitales de la región.
Asimismo reiteran que” el Observatorio de la Violencia del SESCAM no debe ser un foro solo de información, donde se recojan las cifras de los compañeros que han sido agredidos, sino también un instrumento capaz de tomar decisiones para prevenir y evitar este tipo de situaciones”.
Lo que debe contemplar el Plan de Prevención de Agresiones
En cuanto a ese Plan de Prevención de Agresiones, el sindicato indica que se deben evaluar las instalaciones y la situación de cada puesto de trabajo en cuanto a seguridad, dotándolas de los medios de vigilancia y seguridad necesarios, y comprobando que cámaras, botones del pánico, alarmas, habitaciones del pánico, cerraduras, etc. se encuentran en las debidas condiciones de funcionamiento efectivo y son los adecuados.
Asimismo deberían evaluarse los edificios e instalaciones “sin que se dé el caso de consultas y dependencias que son verdaderas ratoneras sin salida ante una agresión”.
En cuanto a los centros habitualmente conflictivos, exigen que deben contratarse vigilantes de seguridad “de igual forma que se contratan para cualquier delegación de la Administración pública”.
Por último, “se debe informar y formar a los profesionales sobre los riesgos y actitudes ante una agresión y el SESCAM no debe eludir la explicación a los usuarios sobre los nuevos condicionantes que la pandemia ha traído a la asistencia de los pacientes con un aumento de las consultas telemáticas”, recoge el escrito.
